El sistema de salud de Nueva York, Estados Unidos, se encuentra en el ojo del huracán luego de que en un estremecedor suceso perdiera la vida una mujer de 55 años de edad que se encontraba hospitalizada en el hospital Lincoln, ubicado en el barrio de Mott Haven, Bronx.

Según las versiones preliminares, la víctima cuyo nombre era Cynthia Vann, que estaba remitida para recibir tratamiento hepático, fue atacada fuertemente el pasado 10 de septiembre del 2025 por su compañera de habitación mientras dormía, un hecho que ha sido considerado un homicidio por las autoridades. Al parecer, la agresora tenía antecedentes de comportamiento violento.

Tras sufrir grandes heridas posteriores a la agresión, Vann fue remitida de manera inmediata a una cirugía de emergencia. Aunque soportó el procedimiento quirúrgico, lastimosamente dos semanas después, el 27 de septiembre, falleció cuando estaba en etapa de recuperación.

El informe médico sobre las causas del fallecimiento fue enfático al asegurar que la mujer murió por traumatismo de cráneo y homicidio.

Cynthia Vann falleció por traumatismo de cráneo y homicidio. | Foto: El País

Aunque la victimaría fue detenida, hasta el momento las autoridades no han revelado si la sospechosa ya fue formalmente acusada por los entes judiciales. Aun así, el Departamento de Policía de Nueva York tiene abiertas todas las investigaciones

Por su parte, aunque el hospital Lincoln admitió que la agresora sí tenía un antecedente de comportamientos agresivos, desde ese momento se ha negado a destapar más detalles sobre este crimen.

Taneisha Vann, hija de la víctima, en declaraciones entregadas a la prensa local, expresó entre lágrimas su indignación y tristeza por la forma en que su madre perdió la vida.

Es desgarrador para mi. Mi madre era mi apoyo incondicional, era todo lo que tenía. No se merecía esto. Nadie merece ser agredido en un hospital mientras duerme”, dijo Taneisha ante los medios de comunicación de manera devastada por lo sucedido.

A la vez, tanto la joven como toda su familia responsabilizaron al centro médico de no haber evitado este crimen, ya que están seguros de que el personal sabía muy bien que su compañera de cuarto tenía un peligroso historial.

Estoy enojada con el hospital que permitió que esta situación ocurriera. Se supone que uno debe sentirse seguro en un hospital, no temer por su vida. (...) El 9 de octubre iba a cumplir 56. Es muy difícil, no se merecía esto”, puntualizó la joven.

Este hecho ha revivido el debate sobre las fallas en los protocolos de seguridad dentro de hospitales de Nueva York, ya que casi en la misma semana sucedió algo similar en el ‘Seagate Rehabilitation and Nursing Center’ con una paciente sobreviviente del Holocausto, quien fue atacada por su compañera de habitación de 95 años que tenía demencia. Al día siguiente falleció.