Ian Watkins, exlíder de la banda de rock galesa Lostprophets, fue asesinado por otro recluso en la cárcel de máxima seguridad HMP Wakefield, ubicada en Inglaterra. Cumplía una condena de 35 años de prisión por su responsabilidad en diferentes delitos sexuales contra menores de edad.
El músico de 48 años fue atacado la mañana del sábado 11 de octubre a las 9:39 a.m., y a pesar de la intervención de los servicios de emergencias fue declarado muerto en el lugar.
La policía de West Yorkshire tiene su poder a dos hombres de 43 y 25 años como los sospechosos de este crimen que sorprendió el mundo del espectáculo.
Ambas personas están en custodia mientras se adelantan las indagaciones correspondientes para esclarecer los hechos que llevaron a la muerte del rockero.
Ian Watkins fue una de las figuras más importantes del rock alternativo de Reino Unido, y fue fundador de la banda Lostprophets en 1997 en gales y junto con sus compañeros lanzó cinco álbumes.
La banda estuvo la en el primer lugar de las listas del Reino Unido con Liberation Transmissions de 2006 y varios de sus sencillos estuvieron en el top 10 británico.
Por este motivo Watkins se convirtió en uno de los ídolos del rock mundial, teniendo millones de fanáticos en todo el planeta. Su banda se presentó en los festivales más importantes y vendió más de 3 millones de discos.
A pesar de su éxito, su historia criminal destruyó su carrera, pues en septiembre de 2012 fue arrestado luego de que las autoridades realizaran actividades de registro y allanamiento en su casa ubicada en Pontypridd.
En medio de la redada las autoridades incautaron sus computadores, teléfonos celulares y dispositivos de almacenamiento en los cuales se descubrió que guardaba pornografía infantil.
Otro de los crímenes cometidos por el músico fue intentar abusar sexualmente de un bebé de un año y medio, además de su deseo de intoxicar a una de sus víctimas, menor de edad, con humo de mentafetamina en la cara.
Según se indicó en el juicio, Watkins fue catalogado como un individuo extremadamente peligroso y manipulador, el cual realizaba actos ilegales en contra de niños y jóvenes sin conciencia.
El músico aceptó 13 cargos ante un tribunal de Gales y en diciembre 2013 fue sentenciado a 35 años de prisión más seis meses de libertad condicional.
Luego del arresto de Watkins, la banda se disolvió inmediatamente y los miembros restantes del grupo musical expresaron públicamente que no estaban enterados de estos crímenes y que repudiaban estos hechos que afectaron a los menores de edad.
Posteriormente, formaron una banda llamada No Devotion junto a Geoff Rickly, un cantante estadounidense.