El Premio Nobel de la Paz concedido a la opositora venezolana María Corina Machado fue entregado este miércoles en Oslo a su hija, Ana Corina Sosa Machado, ante la ausencia de la galardonada, quien continúa en desplazamiento hacia Noruega y no logró llegar a tiempo para la ceremonia.
Antes de la gala, la organización divulgó minutos antes una llamada entre Machado y el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnes, en la que la opositora expresó su tristeza por no haber llegado a tiempo.
“Siento mucho no estar ahí. Mucha gente ha arriesgado su vida para que yo pueda llegar a Oslo”, dijo. Su viaje se ha dado en medio de tensiones diplomáticas y presiones internas en Venezuela sobre su reconocimiento internacional.
Durante la entrega del galardón, su hija aseguró que Machado regresará “muy pronto” a su país. “Quiere vivir en una Venezuela libre, y nunca renunciará a ese propósito. Por eso todos sabemos, y yo sé, que estará de vuelta a Venezuela muy pronto”, afirmó desde el escenario del Ayuntamiento de Oslo, donde tradicionalmente se realiza la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz.
Sosa Machado leyó el discurso de aceptación escrito por su madre, un texto contundente en el que la opositora denunció que su país vive bajo un “terrorismo de Estado”, señalando las detenciones arbitrarias, torturas y persecución contra opositores. “Estos son crímenes de lesa humanidad, documentados por las Naciones Unidas”, recordó Machado en el mensaje.
“El pueblo venezolano ha enfrentado un sistema que intenta enterrar su voluntad. Pero si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, afirmó la opositora a través de su hija, en un discurso que generó una fuerte reacción entre los asistentes.
El reconocimiento, uno de los más relevantes en la esfera internacional, llega en un momento de alta relevancia para la oposición venezolana, que continúa denunciando restricciones, amenazas y obstáculos para la actividad política.
Machado, quien no logró llegar a tiempo para recibir el galardón, continúa en tránsito hacia Noruega y se espera que arribe “en unas horas”, según confirmó su hija al recoger el premio en su nombre.
Cabe destacar que decenas de venezolanos hicieron un gran esfuerzo desde el exilio para viajar a la capital noruega para acompañar a la opositora de 58 años, que vive desde agosto de 2024 en la clandestinidad y a quien no se ve en público desde enero.