Un millonario vecindario de Greenwich, Connecticut, en Estados Unidos, fue sacudido por un escalofriante crimen el pasado 5 de agosto, cuando fueron hallados en una mansión los cuerpos de Suzanne Adams, una mujer de 83 años, y su hijo Stein-Erik Soelberg.
La investigación señala que el hombre de 56 años asesinó a su mamá y luego se quitó la vida. El reporte forense determinó que la adulta mayor murió por un golpe en la cabeza y estrangulamiento, mientras que su hijo tenía heridas en el cuello y el pecho.
Si bien las autoridades no han confirmado esa línea de investigación, se sabe que el hombre mantuvo durante meses una interacción obsesiva con OpenAI. En sus redes sociales, compartía fragmentos de esas conversaciones, en las que se describía a sí mismo como un “guerrero de la luz al servicio de Dios”.
De acuerdo con medios locales, llegó a publicar más de 20 horas de videos en los que registraba sus intercambios de mensajes con la inteligencia artificial.
En algunos de sus mensajes, el hombre advertía que un recibo de comida china contenía símbolos demoniacos e incluso llegaba a asegurar que su madre quería envenenarlo. El caso ha encendido un fuerte debate por la supuesta validación de la IA ante los posibles delirios del hombre que acabó por asesinar a su progenitora.
¿Qué se sabe del caso?
Medios locales señalan que Soelberg había regresado a vivir con su madre cinco años atrás luego de divorciarse.
Aunque los vecinos describían a Adams como una mujer activa y querida en la comunidad, veían a su hijo como un hombre extraño. Según reseñó Greenwich Time, la comunidad usualmente veía a Soelberg “murmurando para sí mismo”.
Los vecinos también revelaron que en el pasado el hombre tuvo problemas con la Policía. El más reciente fue en febrero, cuando fue arrestado luego de no pasar una prueba de alcoholemia durante una parada de tráfico.
En febrero de 2019, Soelberg estuvo desaparecido durante varios días, hasta que fue encontrado “en buen estado de salud. Ese mismo año fue arrestado por estrellar su coche contra vehículos estacionados y orinar en la bolsa de lona de una mujer.
Su perfil de LinkedIn dice que el hombre tuvo su último trabajo en 2021, cuando se desempeñaba como director de Marketing de una empresa en California.
Según los medios estadounidenses, Soelberg publicó varios mensajes extraños pocos días antes de asesinar a su mamá. En una publicación confusa, aparentemente intentaba decir que su dispositivo móvil había sido manipulado.
“Obviamente, los sensores no funcionaban para mi beneficio. Detectaban dónde estaba o qué hacía, la cámara se encendía sola, y una de las cámaras estaba colocada de forma extraña. Así que, cuando apagué todas las conexiones, incluyendo wifi, Bluetooth y celular, seguía recibiendo señal”, se leía en la publicación, que también advertía la supuesta desaparición del teléfono.