México ha sido testigo de una serie de temblores significativos este miércoles 22 de noviembre de 2023, dejando a la población en un estado de preocupación y alerta. Estos eventos telúricos han generado preguntas sobre la frecuencia y la intensidad de los sismos en la región, así como las posibles causas detrás de esta actividad sísmica.
En este artículo, exploraremos las razones detrás de los repetidos temblores y examinaremos las zonas más afectadas en México.
Según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), entidad encargada de monitorear la actividad sísmica en este país, los más recientes temblores han sido:
4:41 a. m. Magnitud 3.6 - 28 kilómetros al noreste de Matías Romero, Oaxaca
- Fecha: 22de noviembre de 2023
- Localización: Latitud 16.96°, Longitud -95.29°
- Profundidad: 108 km
3:09 a. m. Magnitud 2.8 - 33 kilómetros al sur de Atoyac de Álvarez, Guerreo
- Fecha: 22de noviembre de 2023
- Localización: Latitud 16.91°, Longitud -100.39°
- Profundidad: 12.1 km
2:17 a. m. Magnitud 3.9 - 14 kilómetros al noreste de Ciudad Ixtepec, Oaxaca
- Fecha: 22de noviembre de 2023
- Localización: Latitud 16.63°, Longitud -94.99°
- Profundidad: 5.9 km
¿Por qué está temblando tanto? Un vistazo a las causas sísmicas
La actividad sísmica en México se debe principalmente a su ubicación geográfica. El país se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región con alta actividad sísmica y volcánica. Esta zona es el resultado de la interacción de varias placas tectónicas, incluyendo la Placa del Pacífico y la Placa de Cocos, que convergen y generan tensiones en la corteza terrestre.
La liberación de esta tensión se traduce en movimientos sísmicos. En el caso específico de México, la subducción de la Placa de Cocos por debajo de la Placa del Pacífico es la principal responsable de la actividad sísmica. Cuando estas placas chocan, se genera una acumulación de energía que se libera en forma de temblores.
Es importante destacar que la actividad sísmica no es uniforme en todo el país. Hay regiones donde la interacción de placas es más intensa, lo que aumenta la probabilidad de experimentar temblores más fuertes y frecuentes.
¿Cuáles son las zonas más afectadas en México por los sismos?
Diversas zonas en México son propensas a experimentar temblores con mayor frecuencia y magnitud debido a la actividad tectónica en esas áreas. La Ciudad de México, por ejemplo, se encuentra en una región sísmica activa, ya que está construida sobre lo que solía ser el lago Texcoco y es atravesada por fallas geológicas, como la famosa falla de Chalco. Esta combinación de factores la hace particularmente vulnerable a los sismos.
Otra región afectada es la costa del Pacífico, especialmente en los estados de Oaxaca y Guerrero. Aquí, la interacción de la Placa de Cocos y la Placa del Pacífico es más pronunciada, lo que genera movimientos sísmicos más frecuentes. La ciudad de Oaxaca y Acapulco, en Guerrero, han experimentado históricamente temblores significativos.
Además, el Golfo de California y la región de Baja California también son propensos a la actividad sísmica debido a la interacción de placas en esa área. Si bien estos temblores pueden no ser tan frecuentes como en otras partes del país, la magnitud de los sismos en esta región puede ser considerable.
La actividad sísmica en México es una consecuencia directa de su ubicación geográfica en el Anillo de Fuego del Pacífico. La interacción de placas tectónicas, en particular la subducción de la Placa de Cocos, genera tensiones en la corteza terrestre que se liberan en forma de temblores. Es crucial que la población y las autoridades estén preparadas para enfrentar esta realidad sísmica, tomando medidas de prevención y construyendo infraestructuras resilientes.
La identificación de las zonas más afectadas, como la Ciudad de México, Oaxaca y Guerrero, debe ser un recordatorio constante de la importancia de la planificación urbana y la implementación de normas de construcción sísmicamente seguras. A través de la comprensión de las causas y la identificación de las áreas más vulnerables, México puede avanzar hacia una gestión más efectiva de los riesgos sísmicos y, en última instancia, garantizar la seguridad de su población.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.