La Fiscalía General de la Nación ha descubierto nuevos detalles sobre el atentado que acabó con la vida del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en Bogotá. Según una investigación publicada por la revista Semana, existía un “plan B” en caso de que el ataque inicial fallara: otro sicario menor de edad, armado y preparado para ejecutar el crimen.

La investigación revela que, a finales de marzo de 2025, Harold Daniel Barragán Ovalle, alias El Costeño o ‘Chipi’, quien lideraba una red de microtráfico en Bogotá, contactó a tres menores de edad para ofrecerles un “negocio rentable”.

Estos jóvenes, consumidores habituales de drogas y conocidos de Barragán, fueron reclutados para llevar a cabo el atentado contra Uribe Turbay. Al parecer, uno de ellos, un menor de 14 años, fue instruido para ubicar y atacar al senador durante su recorrido por el barrio Modelia. Este menor estaba armado y preparado para ejecutar el crimen si el plan inicial fallaba.

Miguel Uribe Turbay y el menor sicario, el día de su captura. | Foto: SEMANA y pantallazo de video de la cuenta en X @ColombiaOscura, respectivamente.

El atentado y la muerte de Uribe Turbay

El atentado ocurrió durante un mitin en el parque El Golfito, cuando Uribe Turbay fue herido gravemente por el sicario menor de edad. Tras el ataque, el político fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde permaneció en cuidados intensivos casi dos meses antes de fallecer el 11 de agosto.

Tras el ataque, la Fiscalía ha identificado a varios miembros de la organización criminal detrás del atentado. Además de Barragán, alias El Costeño, se han capturado a otros individuos vinculados al crimen, incluyendo al motociclista que transportó al sicario menor de edad y a la mujer que facilitó la logística del ataque. La investigación también ha revelado vínculos con grupos criminales dedicados al microtráfico en Bogotá.

Implicaciones y reacciones

Este caso ha generado preocupación sobre el uso de menores de edad en actividades criminales en Colombia. La utilización de jóvenes para cometer delitos graves plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas de prevención y rehabilitación juvenil en el país. Además, la revelación de un “plan B” demuestra la planificación meticulosa y la falta de escrúpulos de las organizaciones criminales.

Capturado en Bogotá Harold Daniel Barragán Ovalle, quien habría participado en la planeación de la acción sicarial contra Miguel Uribe Turbay. | Foto: Policía

La muerte de Miguel Uribe Turbay ha generado un fuerte debate sobre la seguridad de los líderes políticos en el país. Las autoridades continúan investigando las circunstancias del atentado y trabajando para desmantelar las redes criminales responsables.

La Fiscalía General de la Nación ha expresado su compromiso de continuar con la investigación hasta esclarecer todos los aspectos del atentado y llevar ante la justicia a todos los responsables, sin importar su edad o estatus.