La vida de doña Blanca Amparo Montilla se detuvo en seco el 10 de junio de 2024, cuando su hijo Miguel Ángel Cárdenas, un caleño de 33 años, fue capturado por el Ejército ruso por hacer parte de un grupo de mercenarios pagados por Ucrania.
Desde ese momento las comunicaciones han sido escasas, por lo que le preocupa su salud y seguridad.
“Estando allá (en Ucrania), los rusos les salieron con drones y los enfrentaron. A todos los compañeros se los mataron, a ocho muchachos, y el único que quedó vivo, dándole gracias a Dios, fue él porque se entregó a ellos y lo tienen retenido”, narró a El País la madre.
Para ella la noticia fue devastadora, pues no sabía que su hijo mayor estaba combatiendo en el país europeo, ya que antes de irse le dio una información diferente.
“Él se fue el 16 de abril de 2024 y me dijo que iba a trabajar porque un compañero lo llamó y le dijo que estaban pagando muy bien por cuidar edificios y que con la plata que le dieran quería terminar de pagar su casita y salir adelante”.
Miguel es padre de cuatro hijos: el mayor tiene 14 años, le sigue un niño de 13, otro de 10 y una pequeña que no llega a los dos años, por lo que doña Amparo ha solicitado a la Cancillería ayuda para poder tener comunicación con Miguel Ángel, con el fin de que su esposa y los niños puedan saludarlo y conocer su estado actual.
“Luego de que lo capturaran nos enviaron videos donde él hablaba, decía que los rusos lo habían tratado bien, pero se le ve muy demacrado. Luego, en mayo de este año, me envió una carta por mi cumpleaños y me la hicieron llegar por medio de un compañero o excompañero, donde me decía que él estaba bien y que me quedara tranquila. Desde ese momento no sé nada de mi hijo y estoy angustiada”.
La familia del caleño se enteró a través de medios de comunicación que fue condenado a 9 años de cárcel por ser mercenario; sin embargo, nadie se contactó con ellos para avisarles, por lo que doña Blanca Amparo ha viajado en diferentes oportunidades a Bogotá para tener noticias de su hijo por medio de la Cancillería.
“Yo he ido al consulado para hacer todo lo posible para que lo devuelvan a Colombia o saber de él, pero hasta ahora no hay respuesta, solo nos dicen que hay que esperar”, añadió la madre del caleño.
Por lo anterior, doña Blanca Amparo afirmó a El País que espera que el Gobierno Nacional le ayude a contactar a Miguel Ángel y, de ser posible, lograr negociar su pronto regreso a Colombia.
Un drama familiar
Miguel Ángel prestó su servicio militar obligatorio en la Policía y, al culminar, comenzó a trabajar como guarda de seguridad privada. Con esfuerzo, inició el proceso para comprar una casa, pero con el paso de los meses las cuotas comenzaron a aumentar, por lo que la oportunidad de trabajar en Ucrania le pareció una buena opción.
“La unidad ucraniana nos dejó solos, nos mintió, no me dieron ni un centavo”, dijo el caleño en uno de los videos grabados desde Rusia.
Él era el sostén económico de su familia, por lo que, desde que se fue del país, sus seres queridos han pasado por graves dificultades.
“La esposa no puede trabajar por estar llevando a los niños al colegio, porque siempre le queda retirado, pero cuando le salen turnos, la mamá le colabora cuidándolos”, afirmó Blanca.
Además, al no poder continuar pagando la casa, su madre y su hermano han tenido que mudarse en diferentes oportunidades, a donde sus familiares les brindan alojamiento. “Mi hijo menor estudiaba fisioterapia, pero en tercer semestre se tuvo que retirar porque yo ya no podía pagarle”, puntualizó.