El País conoció informes de inteligencia del Ejército, donde se establece cómo algunos líderes sociales de la zona rural del municipio de Jamundí, al sur del departamento del Valle, “trabajan en las redes de milicias de las disidencias de las Farc”.

Ministro de Defenasa, Pedro Sánchez, cuestiona a los civiles que atacaron tropas en Jamundí | Foto: Montaje El País: Fotos de Juan Carlos Sierra. Semana/ X @PedroSanchezCol

“Fuentes humanas indicaron de las posturas que adelantarían algunos representantes comunitarios, uno de ellos sería líder social del corregimiento de Timba, el cual está en la jurisdicción del municipio de Jamundí, Valle, y quien sería máximo colaborador del frente Jaime Martínez, que a su vez está integrado al Bloque Occidental comandante Jacobo Arenas, que agrupa a los demás frentes, bajo orientaciones de uno de los cabecillas financiero y político de esa estructura delincuencial.

Por la confianza con ese cabecilla, este supuesto representante sería quien “coordina los cobros de extorsiones y controles de personas en los sectores de las minas donde sustraen oro constantemente y de forma ilegal”, reza el informe de inteligencia.

Se pudo establecer que este individuo, por ser líder social, se moviliza en compañía de tres escoltas, pagados por él mismo y portando armas de fuego, las cuales no cuentan con el permiso de la autoridad competente.

“Estos sujetos realizarían los controles sobre la vereda El Carmen en la región de El Naya en compañía de alias ‘Camboya’, donde explotan las minas de oro, resaltando que estas minas son exclusivas del frente Jaime Martínez”, agrega el informe.

En dicho informe se evidencia cómo este grupo armado al margen de la ley obliga a los campesinos de esta zona a realizar asonadas contra los soldados que adelantan acciones de control en esta parte del sur del Valle.

La dinámica financiera usada por los disidentes de las Farc es llevar más maquinaria amarilla al río Naya, cuyas riberas están fuertemente custodiadas por “hombres armados y vestidos de civil, con el fin de vigilar e informar cualquier presencia de personas extrañas o de tropas de la fuerza pública en estas minas, todo con el fin de alertar a tiempo y adelantar las respectivas asonadas, como sucedió en días pasados”.

“Allá no hay controles de nada o llegan funcionarios de entidades estatales que a cambio de dinero expiden los permisos de manera irregular para poder ingresar esa maquinaria amarilla a este afluente, todo bajo la supervisión de los disidentes de este frente de las Farc”, agrega el informe.

Por eso, y gracias al control de estas mismas, la facción Jaime Martínez obtiene millonarios recursos para la compra de más armas y explosivos que usan en los múltiples atentados contra la fuerza pública y las comunidades de las ciudades de Jamundí y Cali.

La guerra entre las disidencias de las Farc y la fuerza en la zona rural de Jamundí, genera el desplazamiento de campesinos hacia el área rural de este municipio de sur del Valle. | Foto: El País

“Cabe anotar, que los procedimientos adelantados por la fuerza pública no dan muchos efectos por la corrupción de entidades estatales relacionadas con la minería, pero a la vez la instrumentalización de las comunidades para impedir la llegada de gente extraña o del Ejército”, reza ese informe, el cual fue elaborado con el testimonio de varios exintegrantes de este grupo armado al margen de la ley que se desmovilizaron o fueron capturados en medio de los operativos que se adelantan en esta zona, en cumplimiento de la Operación Escudo del Norte.

Asimismo, gracias a esa tarea de inteligencia, se conoció que este supuesto representante comunitario realizaría igualmente las reuniones con los presidentes de juntas de acción comunal y las comunidades indígenas Nasa en compañía de otro individuo, quien sería coordinador de las asociaciones que están bajo el poder de los disidentes y que tienen presencia en los sectores de las veredas de La Liberia y Villa Colombia con el objetivo de unificar y explicar las políticas orquestadas por el cabecilla alias ‘Villa’, uno de los cabecillas de la Jaime Martínez en esta parte de Jamundí.

“La forma de actuar de este grupo es la de constreñir de manera indirecta a los pobladores de la zona, con el fin de ingresar a las asociaciones comunitarias legalizadas para así blindarse, pasar como un miembro más de la comunidad, todo con el fin de salvaguardarse de los procedimientos que realiza la fuerza pública en esta zona”, se comprueba con la información aportada por inteligencia militar, la misma que ahora busca guiar los operativos que se adelantan contra este frente disidente, el cual también tiene presencia en el vecino municipio de Buenos Aires, en el departamento del Cauca.

Las disidencias de las Farc controlan la gran mayoría de acceso a las minas ubicas en zonas como Villacolombia y La Liberia. | Foto: SEMANA