El País tuvo acceso al lugar donde se presentó el atentado de esta madrugada en la Carrera 50 de Cali, cerca a la Escombrera, donde fallecieron dos agentes de policía.

Autoridades locales y nacionales rechazaron el ataque y expresaron su solidaridad con las familias de los uniformados asesinados. | Foto: El País
La zona aledaña al sitio del ataque permanece cerrada mientras avanzan las diligencias judiciales y de seguridad. | Foto: El País

Desde la carrera 50 con calle 40, en el barrio Mariano Ramos, autoridades avanzan en las investigaciones por el atentado terrorista que en la madrugada de este martes acabó con la vida de dos uniformados de la Policía.

En el lugar exacto donde detonó el primer artefacto explosivo aún son visibles los daños ocasionados por la explosión, que destruyó por completo un muro cercano al punto donde se encontraban los policías al momento del ataque.

De acuerdo con información oficial, frente a la zona de la detonación habrían sido instaladas dos cámaras trampa, que presuntamente fueron utilizadas para coordinar la activación del explosivo al paso de los uniformados.

Autoridades locales y nacionales rechazaron el ataque y expresaron su solidaridad con las familias de los uniformados asesinados. | Foto: El País
El ataque elevó la alerta de seguridad en el suroriente de Cali, donde se incrementó la presencia policial durante la mañana de este marte | Foto: El País
Agentes de la Policía Judicial documentan los daños causados por la explosión en inmediaciones del CAI del barrio Mariano Ramos. | Foto: El País

Las autoridades informaron que, incluso hacia las 9:00 de la mañana, unidades especializadas continuaban realizando barridos de seguridad en la zona para descartar la presencia de otros artefactos explosivos que representaran un riesgo para los uniformados y la comunidad.

En el punto donde explotó el segundo artefacto quedó un cráter de aproximadamente medio metro, y estuvo a punto de derribar uno de los postes cercanos, lo que habría agravado la emergencia.

La explosión se registró hacia las 3:50 de la mañana. Aunque los patrulleros alcanzaron a ser trasladados a un centro asistencial, fallecieron debido a la gravedad de las heridas, confirmaron las autoridades.

Un segundo hecho elevó la alarma en el sector. Veinte minutos después, se presentó otra explosión a unos 70 metros del primer punto, la cual, según las primeras hipótesis, habría estado dirigida contra los socorristas y personal de emergencia que acudían a atender a los policías heridos.

Este segundo artefacto no dejó personas lesionadas, aunque sí provocó afectaciones en la vegetación del sector por la onda explosiva.

Otra de las hipótesis que manejan los investigadores es que los explosivos habrían sido camuflados en un sector donde colindan una escombrera y el Coliseo María Isabel Urrutia, aprovechando la acumulación de basuras y escombros, lo que dificultó los controles y los barridos posteriores.

La zona aledaña al lugar de la explosión se encuentra cerrada, mientras el personal policial realiza la inspección. | Foto: El País

El ambiente en el barrio Mariano Ramos es de tensión y temor. Muchos residentes han optado por no salir de sus viviendas ni referirse a lo ocurrido.

Las víctimas fueron identificadas como el subintendente Jorge Leonardo Gómez Ochoa, de 36 años y con 15 años de servicio en la institución, y el subintendente Roger Steven Melo Londoño, de 33 años, quien llevaba 12 años en la Policía Nacional.