La Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia se prepara para emitir el fallo condenatorio contra el general en retiro y exdirector de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino, por el delito de tráfico de influencias.
La lectura de la sentencia está programada para el próximo 14 de agosto.
La investigación, que duró varios años, concluyó que Palomino intervino en 2014 para evitar la captura del empresario Luis Gonzalo Gallo, vinculado a un caso de despojo de tierras en Urabá, Antioquia.
La fiscal Sonia Velásquez presentó una grabación en la que el general pide que no se detenga a Gallo, argumentando su cercanía con altos personajes internacionales.
Palomino ha negado reiteradamente que su intención fuera obstruir a la justicia y asegura que su reunión con la fiscal fue malinterpretada, señalando que buscaba colaborar en la operación. Sin embargo, la decisión final será conocida este jueves, cuando el magistrado Jorge Emilio Caldas dé a conocer el fallo.
Cabe destacar que, durante el proceso, la Corte Suprema consideró legal y relevante la grabación realizada por la fiscal Velásquez en su domicilio, y otorgó credibilidad a su testimonio en juicio.
Para el tribunal, la visita del general en retiro a la residencia de la fiscal resultó “inusual” y constituyó una interferencia indebida en el proceso judicial, apartándose de sus obligaciones como servidor público.
La conducta de Palomino puede acarrear una pena que oscila entre 5,3 y 12 años de prisión, sanción que inicialmente no sería excarcelable y que podría agravarse por la posición jerárquica que ocupaba en el momento de los hechos.
Actualmente, el general permanece en libertad mientras se realiza la audiencia de imposición de pena, y la sentencia dictada es susceptible de apelación ante la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema.
Es importante mencionar que, Palomino ha sido vinculado anteriormente en investigaciones relacionadas con una red criminal dedicada al tráfico ilegal de mercancías, liderada por Diego Marín Buitrago, alias ‘Papá Pitufo’, quien actualmente enfrenta un proceso de extradición.
Según fuentes judiciales y medios de comunicación, el general en retiro fue apodado ‘El Bozudo’ dentro de esta red, en referencia a su característico bigote, y señalado como propietario de varias tractomulas utilizadas para transportar mercancías de contrabando.
Testigos también han implicado a Palomino como parte de una red que protegía estas operaciones ilícitas, esto sumado a que dentro de la Policía Nacional fue conocido como el ‘general de las tractomulas’, lo que alimenta las sospechas sobre su posible participación en el esquema de contrabando.
Las investigaciones también han involucrado a otros altos oficiales, como el exsubdirector Tito Yesid Castellanos; el exdirector de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), Heinar Giovanny Puentes, y el mayor Mario Andrés Sarmiento Rojas, exsecretario privado de la dirección de la Polfa, todos señalados como parte de esta red criminal que, según la Fiscalía General, ha operado durante décadas con la complicidad de funcionarios públicos y políticos.