Un juez penal de conocimiento condenó a 18 años y 5 meses de prisión a Stevan Riascos Hernández, luego de que el procesado aceptara su responsabilidad en un violento ataque sexual y físico contra una joven de 20 años en Buenaventura, Valle del Cauca.
La decisión judicial quedó en firme tras evaluar la gravedad de los hechos ocurridos el pasado 3 de agosto en el corregimiento Bendiciones.
De acuerdo con la investigación liderada por la Fiscalía General de la Nación, la agresión se perpetró después de que la víctima compartiera con un grupo de personas, entre ellas Riascos Hernández. El hombre, aprovechando la confianza que había logrado ganar, se ofreció a llevarla hasta su residencia.
Bajo el argumento de que no había transporte disponible, la condujo a una habitación de un hostal cercano. Una vez allí, según lo documentado por el ente acusador, la joven fue sometida a un brutal ataque físico y sexual.
Uno de los elementos clave para reconstruir lo sucedido fue el material captado por las cámaras de seguridad del establecimiento. Pues en uno de los videos, se observa a la joven completamente desnuda, descendiendo bruscamente por las escaleras desde el segundo piso.
Apenas segundos después, se lanza tras ella Riscos Hernández, igualmente desnudo, quien comienza a golpearla sin detenerse. El registro continúa mostrando cómo el agresor la toma del cabello y la arrastra por las gradas para subirla nuevamente a la habitación, donde continuó la violenta agresión.
Horas más tarde, otro video, que también fue analizado por las autoridades como parte del proceso investigativo, permitió conocer la antesala de los hechos.
En ese material se observa a ambos llegando a las escaleras del establecimiento. La mujer intenta retirarse y muestra señales evidentes de resistencia; sin embargo, el hombre la sujeta con fuerza del brazo e impide que se aleje, comportamiento que aportó claridad sobre la dinámica previa a la violencia posterior.
Tras recuperar el conocimiento, la víctima logró salir del hostal por sus propios medios. Personas de la zona le brindaron ayuda inmediata, lo que permitió activar los protocolos de atención.
Posteriormente, fue trasladada a Cali, donde recibió acompañamiento médico especializado. Los dictámenes forenses confirmaron la magnitud de la violencia ejercida en su contra.
La Fiscalía imputó a Riascos Hernández los delitos de feminicidio agravado en grado de tentativa y acceso carnal violento, cargos que el hoy condenado aceptó. El análisis de las pruebas, sumado a la confesión, permitió avanzar con celeridad hacia la sentencia.
El proceso judicial dio un giro definitivo el 12 de agosto, cuando el agresor, de 25 años, se presentó voluntariamente ante la Fiscalía en Tuluá. Allí, investigadores del CTI y uniformados de la Policía Nacional hicieron efectiva la orden de captura en su contra. Desde ese día permanece recluido en un centro carcelario.