Edwar Fabián Pillimué Ílamo, conocido en los municipios del nororiente del departamento del Cauca como alias Camilo, aceptó mediante preacuerdo suscrito con la Fiscalía General de la Nación su participación en el reclutamiento de menores de edad para las estructuras Dagoberto Ramos, Jaime Martínez y Urías Rondón de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco.
El hombre reconoció que, en el año 2020, recibió y alojó en una vivienda del corregimiento de Tacueyó, zona rural del municipio de Toribío, Cauca, a cuatro niños entre los 13 y 14 años de edad, y de la comunidad Nasa, que habían sido contactados por las redes sociales y convencidos de ingresar a estas organizaciones armas ilegales con ofrecimientos de altas remuneraciones, motocicletas y otros supuestos beneficios económicos.
Posteriormente, trasladó a los menores de edad a los municipios de Corinto y Santander de Quilichao (Cauca), donde les compró ropa, zapatos y alimentos.
Finalmente, los llevó a Pasto (Nariño) y allí los dejó a cargo de integrantes de las disidencias de las Farc que los transportaron a una zona rural de Tumaco (Nariño). Por esta actividad, alias Camilo recibió en su momento 5 millones de pesos.
“La captura de este sujeto era de suma urgencia, para evitar más de estos macabros casos donde los disidentes de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco, reclutan a los niños, niñas y jóvenes de los resguardos del norte del Cauca, para entrenarlos militarmente y después enviarlos a los diferentes frentes de guerra”, explicaron funcionarios de la Sijín de la Policía que participaron en la aprehensión de este sujeto.
Añadieron que los menores eran enviados a los departamentos de Nariño, Huila o Guaviare, para combatir a otras estructuras delincuenciales como el ELN, la Segunda Marquetalia o las disidencias de alias Calarcá.
De ahí que un juez penal de conocimiento de Popayán (Cauca) revisó los términos del preacuerdo celebrado, lo declaró legal y condenó a Pillimué Ílamo a 6 años y 6 meses de prisión por el delito de reclutamiento ilícito.
Adicionalmente, impuso una multa equivalente a 400 salarios mínimos mensuales legales vigentes y precisó que la pena debe cumplirse en establecimiento carcelario.
Hay que tener presente que el hoy sentenciado fue capturado por unidades de la Policía Nacional en febrero de 2025, en la localidad de Bosa, en el sur de la ciudad de Bogotá.
Actualmente, permanece privado de la libertad en la cárcel de Palmira, en el Valle del Cauca.