En el mundo digital todo cambia a una velocidad de vértigo. Lo que funcionaba hace apenas unos años, hoy puede no dar los mismos resultados. El SEO, por ejemplo, se ha vuelto un terreno cada vez más complicado. La competencia es feroz, los algoritmos no paran de actualizarse y, para rematar, los resultados generados por inteligencia artificial han reducido de forma drástica el tráfico orgánico disponible. Por otro lado, el SEM se ha encarecido tanto que ya no siempre es viable, y las plataformas lo automatizan todo, restando transparencia a las campañas. ¿Y qué decir de las redes sociales? Sin grandes presupuestos, el alcance orgánico es mínimo y los resultados muchas veces no compensan la inversión.

Frente a este panorama, hay un canal que sigue demostrando su fuerza: el email marketing. Económico, sencillo, totalmente gestionable por el usuario y, lo más importante, efectivo. Para empresas que necesitan enviar grandes volúmenes de correos —hablamos de cientos de miles o incluso millones—, contar con una herramienta fiable marca la diferencia. En este punto, Mailrelay se convierte en un aliado clave: ofrece la mayor cuenta gratuita del mercado, soporte atendido por personas reales en todas sus modalidades y una plataforma con décadas de experiencia que facilita mucho la curva de aprendizaje.

Ahora bien, aunque el email marketing sigue siendo uno de los canales más rentables, no todo vale. Existen prácticas que, en lugar de acercar a la audiencia, terminan alejándola. Y lo cierto es que cometer estos errores es más común de lo que parece. Aquí repasamos cinco que conviene evitar a toda costa si quieres que tus campañas realmente funcionen.

1. Comprar bases de datos de contactos

Suena tentador: pagar por una lista de miles de direcciones y empezar a enviar de inmediato. Pero es uno de los peores pasos que puedes dar. ¿El motivo? Esos contactos no te han dado permiso, y lo más probable es que no tengan ningún interés en lo que ofreces. El resultado será una tasa de apertura ridícula, correos enviados directamente a la carpeta de spam y, en el peor de los casos, problemas legales por incumplimiento de normativas de protección de datos.

La alternativa es mucho más sana: construir tu propia base de datos con formularios, promociones, descargas gratuitas o cualquier recurso que anime a los usuarios a suscribirse de manera voluntaria. No crecerás tan rápido, pero cada contacto que consigas será realmente valioso.

2. Enviar correos sin control de frecuencia

Seguro que has recibido alguna vez correos diarios de una misma marca hasta que acabaste pulsando el botón de ‘darse de baja’. Esa saturación no solo molesta: destruye la confianza que habías conseguido generar. Y no es lo que quieres para tu negocio.

El email marketing funciona mucho mejor cuando la comunicación es equilibrada. En lugar de disparar mensajes por inercia, lo ideal es analizar qué ritmo funciona mejor con tu audiencia. Segmentar tus listas también ayuda: no es lo mismo un cliente que ya compró varias veces que uno que acaba de suscribirse. A cada grupo puedes hablarle con un tono y frecuencia distintos.

3. No personalizar los mensajes

Mandar un correo masivo con el mismo contenido para todos tus contactos es como saludar con un ‘hola a todos’ en una reunión importante: frío, impersonal y poco efectivo. Los usuarios esperan algo más cercano.

La personalización va mucho más allá de poner el nombre en el asunto. Se trata de enviar mensajes relevantes basados en lo que cada persona ha mostrado de interés: qué productos miró, qué descargó, con qué enlaces interactuó. Cuanto más adaptado esté el contenido, más posibilidades tendrás de captar su atención y de generar una acción concreta, como un clic o una compra.

4. Descuidar el diseño y la experiencia móvil

Hoy en día, gran parte de los correos se abren directamente desde un smartphone. Y sin embargo, todavía hay empresas que envían newsletters diseñadas solo para verse bien en un ordenador. ¿El resultado? Textos descolocados, botones diminutos y una experiencia que invita a cerrar el correo en segundos.

El diseño responsive ya no es opcional, es obligatorio. Usar plantillas que se adapten a cualquier pantalla, priorizar la claridad, elegir tipografías legibles y botones visibles son pequeños detalles que marcan la diferencia. Piensa siempre en cómo leerá tu mensaje alguien que va en el metro o que revisa el correo entre reuniones.

5. No medir ni aprender de los datos

Si hay algo que hace único al email marketing es la cantidad de métricas que ofrece: aperturas, clics, bajas, conversiones… Sin embargo, muchas empresas siguen enviando sin mirar nada de eso. Y lo cierto es que volar a ciegas rara vez termina bien.

Dedicar tiempo a analizar qué asuntos funcionan mejor, qué horarios generan más aperturas o qué tipo de contenido obtiene más clics es fundamental. Las pruebas A/B, por ejemplo, son una herramienta sencilla para optimizar cada detalle. No se trata de enviar por enviar, sino de aprender en cada campaña y mejorar la siguiente.

El email, un canal que no pasa de moda

Con un entorno digital donde el SEO se complica, el SEM se dispara en costos y las redes sociales restringen cada vez más el alcance orgánico, el email marketing sigue siendo ese canal estable y predecible que nunca decepciona. Su gran ventaja es que está totalmente bajo tu control: decides qué enviar, a quién, cuándo y cómo, sin depender de algoritmos cambiantes ni subastas de anuncios.

Para las empresas que necesitan llegar a grandes audiencias de forma directa, el correo electrónico es una apuesta segura. Y herramientas como Mailrelay lo hacen aún más accesible, ofreciendo la posibilidad de probar con cuentas gratuitas de gran capacidad, apoyadas por un equipo humano de expertos dispuesto a guiar en cada paso.

En definitiva, evitar las malas prácticas que hemos repasado y trabajar con una estrategia bien definida te permitirá construir una relación sólida con tu audiencia, optimizar tus recursos y obtener resultados consistentes. Porque en un mundo digital lleno de incertidumbres, el email sigue siendo, sin duda, uno de los canales más fiables y rentables que tienes a tu alcance.