Varios puntos a favor tuvo este año el CaliExposhow, y quizá el más importante de todos es su regreso a la ciudad. Que no solo se tradujo en pasarelas muy bien producidas en el renovado Teatro Calima y el icónico Museo La Tertulia, sino diversos vasos conectores con diferentes espacios urbanos.

Es de destacar, por ejemplo, que este año hubo una interesante y nutrida jornada de charlas gratuitas y de asistencia masiva sobre moda, empresarialidad y casos de éxito de diseñadores caleños.

Adicionalmente, pasarelas de moda en diferentes estaciones del MÍO en un esfuerzo por acercar la feria a la gente, pues una de las críticas que en años pasados se le hizo al evento es que estaba muy desconetado de la ciudad por elegir como sede el -para muchos- ‘distante’ Centro de Eventos Valle del Pacífico.

También hubo quienes, en años pasados, sintieron el evento como elitista y poco amigable con el público de a pie, lo que quiso revertirse este año con otras estrategias de integración, entre ellas una muy aplaudida pasarela de la marca FDS en alianza con la fundación Fides que trabaja por las personas en condiciones de discapacidad.

Otro factor que acercó el CaliExposhow a la ciudad fue la alianza con diversos restaurantes, que diseñaron menús especiales para propios y visitantes, de tal manera que la ciudad no solo brille por su importante industria de la moda sino también por su destacada gastronomía, líder en el país y famoso atractivo turístico de la región.

También es de destacar la iniciativa de la Alcaldía en eventos masivos como el conversatorio ‘Mujer y Moda, una fórmula de progreso’, donde participaron 400 personas en el Centro Cultural de Cali, y donde se habló de empoderamiento femenino, casos de éxito inspiradores como el de Johanna Ortiz y Adriana Arboleda, y en el que hubo charlas específicas sobre crecimiento empresarial. Asimismo, hubo asesorías a empresas nacientes sobre estrategias empresariales, tendencias internacionales, oportunidades de internacionalización y E-commerce.

De destacar, el apóyo de este año a los jóvenes diseñadores con la ‘Pasarela 2.0: Cali progresa con creatividad, patrocinada por la Alcaldía.

Moda con grandeza

Victorio y Lucchino: Los invitados internacionales de esta edición merecen mención aparte, porque a diferencia de años anteriores en que famosos diseñadores traían colecciones ‘recicladas’ de otras pasarelas, los españoles Victorio Y Lucchino tuvieron este el gesto de gran respeto y profesionalismo de regalarle a la ciudad una colección exclusiva, nunca antes vista en otra pasarela, e inspirada en la mujer caleña. Esto demuestra la capacidad del Cali Exposhow para aprender de experiencias pasadas. Debería volverse regla exigir esta novedad.

Los escenarios

Impecable lució el Teatro Calima, sede de la mayoría de pasarelas. Resultó el sitio perfecto por su ubicación, su versatilidad y su espíritu de época. La producción del desfile de Victorio y Lucchino es de aplaudir, con su escenario de paredes vivas y camino de rosas. La Tertulia, que recibió en sus arcos exteriores la colección de Andrés Otálora, también resultó una elección afortunada.

Año de consagración

Andrés Otálora
Si hubo una pasarela este año que resaltara de forma especial por la
altura de su propuesta, esta es la del diseñador caleño Andrés Otálora, que para muchos expertos en moda local y nacional tuvo con qué haber sido el desfile inaugural por su gran apuesta.

Destacable que la gran figura de este año haya sido, justamente, un diseñador caleño, lo que demuestra la gran vitalidad del sector de diseño en la ciudad y que en años anteriores ha catapultado a un nuevo nivel a diseñadores forjados en Cali como Johanna Ortiz, María Elena Villamil y Renata Lozano, entre otros.

Para señalar
La pasarela de Emcali, que presentó los diseños de Johana Bedoya, Ana Lucía Bermúdez y Gina Murillo. Estas diseñadoras se destacaron por exhibir vestidos de siluetas sueltas, cómodas, así como también de homenajear la belleza cultural del país.