El artista urbano Bansky aprovechó el Día de San Valentín para regalarle una nueva obra a su ciudad (Bristol, Inglaterra). Se trata de un mural que retrata a una niña con una especie de resortera o 'tirachinas', justo después de disparar una 'explosión' de rosas, pétalos y hojas, al parecer referencia a otro trabajo del mismo artista.
Aunque en un principio su autoría no estaba confirmada, Bansky publicó poco después fotografías del trabajo en su sitio web y cuenta de Instagram, como suele hacerlo después de realizar una obra.