Apenas hace un día, Colombia despidió, en medio del dolor y la tristeza, al senador Miguel Uribe, quien perdió la vida tras ser atacado con un arma de fuego mientras daba un discurso a la comunidad del barrio Modelia, en Bogotá.

No obstante, su muerte, desde todos los sectores, tocó las fibras más profundas de la sociedad, y es que una vez más se repite la historia.

Así quedó evidenciado en televisión cuando, en medio del informativo de noticias Caracol, la querida presentadora María Lucía Fernández, no pudo contener las lágrimas mientras daba el respectivo reporte sobre los últimos momentos de Miguel Uribe, en este plano terrenal.

María Lucía Fernández reconocida presentadora de Caracol. | Foto: Fotograma, 00:13, Extra: aparecieron vivos los cuatro niños perdidos en selva del Guaviare, YouTube/@noticiascaracol

Las imágenes mostraban el acto ceremonial donde la esposa de Miguel, María Claudia Tarazona, y su padre, Miguel Uribe Londoño, encabezaban el acto conmemorativo.

“Ay Colombia, ay qué dolor. Para la familia del senador Miguel Uribe, para María Claudia, María Victoria, para Miguel, para Colombia, para todos, nuestra solidaridad y nuestro abrazo en este momento tan crítico y tan doloroso”, decía Jorge Alfredo Vargas, mientras a su lado, María Fernanda agachaba la mirada, y lloraba desconsolada por la tragedia que nuevamente enluta al país.

“Me parece retroceder en el tiempo y sentir y vivir el dolor y la impotencia de esos siniestros años 90″; “Yo no sigo a ningún partido, pero es inevitable no conmoverse con esta situación, muy fuerte”; “Que dolor tan fuerte, no es pecado tener sentimientos con esto”, fueron las palabras que muchos internautas compartieron en redes sociales.

Cabe decir que, el recordado senador y también precandidato presidencial, falleció el pasado lunes 11 de agosto, luego de estar, durante dos meses, luchando por su vida en una reconocida clínica de la capital bogotana.

El funcionario, había despertado la empatía de todo un país, que sin importar su ideología política, rechazaba y rechaza aún, con vehemencia, la violencia ejercida contra los líderes políticos del país, en una guerra sin sentido, marcada por el crimen, el odio y la división.