Prestar atención durante una conversación no siempre es tan evidente como parece, pues en la vida cotidiana, muchas personas han vivido la sensación de hablar mientras dudan si su interlocutor realmente las está escuchando.

Este escenario, frecuente en encuentros personales y profesionales, fue el punto de partida de una investigación científica que buscó identificar señales físicas asociadas a la atención y la distracción, en particular a través del parpadeo.

Un estudio reciente analizó cómo el comportamiento de los ojos puede revelar el nivel de concentración de una persona durante una conversación. La investigación fue desarrollada por expertos de la Universidad de Concordia, en Montreal, Canadá, y sus resultados fueron publicados en la revista Trends in Hearing.

Según los autores, perder la atención es un reflejo común y casi inevitable cuando alguien se aburre, se distrae con pensamientos propios o enfrenta dificultades para procesar el lenguaje que escucha.

Los investigadores diseñaron un experimento enfocado en evaluar como factores del entorno, tales como el ruido, influyen tanto en el trabajo cognitivo como en el comportamiento visual de las personas. | Foto: AFP

En ese sentido, los científicos encontraron una relación directa entre el esfuerzo cognitivo necesario para comprender el lenguaje y la frecuencia del parpadeo.

Aunque parpadear es una acción automática y generalmente inconsciente, su ritmo cambia dependiendo de la carga mental a la que esté sometido el cerebro. En contextos donde comprender un mensaje requiere mayor concentración, el parpadeo tiende a disminuir.

Para comprobar esta hipótesis, los investigadores diseñaron un experimento enfocado en evaluar como factores del entorno, tales como el ruido, influyen tanto en el trabajo cognitivo como en el comportamiento visual de las personas.

En total, participaron 49 individuos, cuyos movimientos oculares fueron observados mientras escuchaban distintos discursos en condiciones variables.

Los resultados mostraron que el ritmo de parpadeo descendía de manera significativa justo cuando iniciaban los discursos. En contraste, durante los momentos de silencio, la frecuencia de los parpadeos aumentaba, lo que sugiere una menor exigencia cognitiva en esos intervalos. Este patrón que se repitió en distintos participantes.

Según concluye la investigación, los patrones de parpadeo pueden ofrecer pistas valiosas sobre el nivel de atención y el trabajo cognitivo que realiza una persona durante una conversación. | Foto: AFP

Además, cuando los expertos incrementaron el nivel de ruido ambiental, el ritmo de parpadeo se redujo aún más. Para los investigadores, este hallazgo indica que las personas parpadean más lentamente cuando hacen un esfuerzo adicional por entender lo que se les está diciendo, especialmente en entornos que dificultan la escucha.

Al respecto, el doctor Mickael Deroche, coautor del estudio, explicó que el parpadeo implica una pérdida momentánea de información visual y auditiva, por lo que el cerebro tiende a suprimirlo cuando percibe que está recibiendo datos relevantes.

“El parpadeo está asociado con la pérdida de información visual y auditiva, y lo suprimimos cuando empieza a llegarnos información importante”, señaló.

Según concluye la investigación, los patrones de parpadeo pueden ofrecer pistas valiosas sobre el nivel de atención y el trabajo cognitivo que realiza una persona durante una conversación.

Aunque no se trata de una medida definitiva, los expertos consideran que este comportamiento involuntario puede ayudar a comprender mejor cómo las personas procesan el lenguaje y responden a los estímulos del entorno cuando escuchan activamente.