El Teatro Calima, que fuera uno de los cines más icónicos de la ciudad, situado justo donde inicia la llamada zona rosa de la Avenida Sexta de Cali, está de regreso.

El emblemático sitio, que fue inaugurado el 27 de noviembre de 1963 como una de las más grandes salas de exhibición para el séptimo arte en la ciudad, albergó durante años a muchas generaciones de caleños que vieron allí lo mejor del cine comercial y del cine arte de la época con funciones dobles y el “matiné”.

Fue sede, en 1972, del Cine Club Nueva Generación, albergó al cine club La Tertulia a mediados de 1973 y en 1980 al Cine Ojo.

Este hito del Caliwood, cuyas puertas se cerraron un 9 de julio de 1999 por la llegada del cine en casa con el betamax y la aparición de complejos con múltiples salas de cine en los centros comerciales, se convirtió por cerca de 17 años en sede de una iglesia cristiana. El uso y abuso de sus instalaciones y el abandono de la edificación hicieron mella en este coloso de la cultura.

Cuando José Bobadilla, su actual gerente, conoció el Calima a finales del año pasado, tenía las sillas podridas, las paredes con madera hueca y en el techo anidaban centenares de palomas.

Luego de ocho meses de restauración, el Calima tomó otra cara: nuevas sillas de color rojo vivo, una pantalla gigante de 20 metros de ancho por 10 de alto, una tarima expandible mediante un sistema de rieles, iluminación led, paredes pulcras y otros atractivos.

Las palomas emigraron para que desde esta primera semana de julio los caleños puedan disfrutar de eventos de todo tipo, proyección de estrenos, premieres, producciones locales, expresiones artísticas y culturales.