Particularmente el 2025 ha sido un año difícil en materia económica. El déficit fiscal que enfrenta el Gobierno Nacional y la tasa de interés que no cede, ha terminado por golpear el bolsillo de los colombianos y por ende el de los caleños.
Según el propio Ministerio de Hacienda, a septiembre, la nación acumuló un déficit de 3,7 % del PIB para el primer semestre, equivalente a $69,4 billones, siendo el peor registro en los últimos 20 años.
Es tan desbordada esta cifra, que si se compara con la épica de pandemia en el 2020, el déficit fue de 3,1 %, es decir que ni en medio de esa crisis que se vivió se gastó tanto como ahora.
Asimismo, la inflación anual para Cali está en 4,72 %, un porcentaje que está muy por encima de la meta de 3 % del Banco de la República. En otras palabras, el costo de vida en la ciudad sigue creciendo más rápido que los ingresos de los trabajadores.
Hoy, el Gobierno apenas cuenta con $1,9 billones en caja, lo suficiente para una semana de salarios de los 1,4 millones de servidores públicos.
Teniendo en cuenta este panorama poco alentador, la firma internacional Crowe Co reveló un informe en el que explica detalladamente cómo esta coyuntura económica golpea las finanzas de los habitantes en la capital del Valle. Igualmente, en el documento entregó siete consejos prácticos para proteger el dinero en medio de la tormenta fiscal que atraviesa el país.
¿Por qué el déficit le pega a su bolsillo?
En el informe mencionado, se explica que le pega duro al bolsillo de los ciudadanos porque cuando el Estado se queda sin dinero, debe salir a pedir prestado y quienes le prestan ofrecen tasas más altas.
Ese costo se dispara aún más cuando los mercados sienten la incertidumbre y dudan de la capacidad del Gobierno para pagar: a mayor riesgo percibido, mayor interés exigido.
Por lo tanto, señala el documento, ese encarecimiento no se queda en los balances de Hacienda: “se transmite a todo el sistema financiero. Los bancos, que también pagan más por conseguir recursos, trasladan esos costos a las tasas de sus clientes. Por eso, su tarjeta de crédito, su hipoteca o el préstamo para su negocio terminan siendo más caros”.
Lia Heenan, socia directora de Global Corporate Advisory de la firma Crowe Co, quien realizó el informe, señaló que “el déficit hoy son más impuestos mañana. El impuesto oculto es la inflación, lo que mide el costo de vida. La gente a veces no lo nota, pero lo paga en cada extracto, en cada préstamo y en cada compra que financia”.
El problema se agrava porque el déficit ya disparó las alarmas internacionales. En junio, S&P bajó la calificación de Colombia a ‘BB’ y Moody’s también redujo su nota, argumentando gasto desbordado e ingresos insuficientes. Cada rebaja encarece la deuda del país y, por extensión, también la del ciudadano del común.
En el Valle del Cauca, donde la industria, la construcción y el comercio dependen del crédito, ese ‘efecto dominó’ es especialmente sensible: créditos más caros, menos inversión y una recuperación más lenta.
Siete pasos para proteger su bolsillo en tiempos de déficit y tasas altas
- Baje el costo de sus deudas. Si paga más del 20 % en tarjetas o créditos de consumo, busque trasladarlos a un préstamo con tasa fija más baja. Cada punto menos se siente.
- Revise su hipoteca. Si está en UVR, evalúe cambiarla a tasa fija en pesos para evitar sorpresas con la inflación.
- Ahorre antes de la reforma. Con una nueva reforma tributaria en el horizonte, ajuste gastos y cuide su liquidez.
- Libere capital. Si tiene inventarios quietos, conviértalos en efectivo para operar o pagar deudas.
- Sea prudente con nuevas deudas. Si el dólar o las tasas repuntan, frene créditos o compras grandes.
- Exija disciplina fiscal. Metas claras y creíbles del Gobierno ayudan a bajar las tasas.
- Piense en el largo plazo. Invertir en activos que protejan contra la inflación (como vivienda o educación) puede ser más seguro que guardar el dinero en efectivo.