La reactivación de los proyectos de infraestructura vial en la región y en el país y el dinamismo que seguirá mostrando la construcción de vivienda serán fundamentales para la recuperación de la industria cementera este año.

No menos de 20 grandes obras viales ya ‘prendieron motores’ este año, como autopistas y obras de 4G, en el país, las cuales se suman al desarrollo de nuevos planes habitacionales y la remodelación de algunas existentes.

En el caso del Valle del Cauca las expectativas son muy positivas, dado que en este primer trimestre se reactivarán las obras en la doble calzada Buga - Buenaventura y se construirán no menos de 20.000 planes de vivienda a lo largo del año.

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En razón a ello, el gerente general de la empresa vallecaucana Cementos San Marcos, Fernando de Francisco, considera que el 2021 será un año muy halagador para la industria y, por supuesto, para la organización, que en este año cumplirá nueve años de operaciones.

La compañía cuenta con una planta de alta tecnología y “lo más importante es que nuestros productos respetan y le aportan bastante al medio ambiente. Generan 46% menos de emisiones, 36% menos de consumo energético en kilovatio/hora por tonelada y otro 36% menos de combustibles”.

Cementos San Marcos es la única cementera de capital vallecaucano que tiene la región y Fernando de Francisco lidera la compañía desde su nacimiento. En este 2021 completará diez años como gerente general.
Así habló este caleño, ingeniero agrícola, sobre el presente de la organización.

¿Cómo le fue a la compañía en el 2020?

La planta cerró operaciones en marzo y volvió a reactivarse en la primera semana de mayo. Los colaboradores se fueron para sus casas.
Todo el mercado cerró, las construcciones y la industria también. Estuvimos en una situación de mucha angustia.

Afortunadamente la construcción fue uno de los primeros pilares que empezó a abrir. Hicimos una proyección para el final de año, con una producción al 60%, pero afortunadamente para nosotros la demanda se reactivó de manera importante.

Repuntó en el segundo semestre y la demanda mensual de cemento superó las cifras que se habían presentado antes de la pandemia, gracias a la reapertura de muchos mercados.

Lo primero que percibimos fue la mejoría en la autoconstrucción, es decir en adecuaciones y remodelaciones en las viviendas que debieron hacer sus propietarios en respuesta al tema del trabajo en casa. Muchos hogares hicieron cambios y ajustes en sus viviendas para atender esa necesidad. Luego, se percibió la recuperación gradual del sector edificador como tal.

¿El cierre del año reportó cifras positivas para la empresa?

Para nosotros fue un año bueno, terminamos cumpliendo nuestros objetivos financieros a pesar de haber tenido menores ventas, pero nos vimos obligados a hacer ajustes en costos.
En cuanto a las ventas, le cuento que alcanzamos una cifra del orden de los $196.000 millones.

¿Mayor o menor a las del año 2019?

Las cifras mostraron un crecimiento, pero debo decir que no se lograron por una mayor demanda, sino porque en el 2019 habíamos tenido un daño en el molino y nos quedamos cortos en el plan de producción, pero en el 2020 terminamos vendiendo casi el 11% más en ventas.
En el 2019 tuvimos otro inconveniente y fue el paro indígena que se presentó al principio de ese año.

Debo decir también que en el año pasado, en 2020, las acciones del Gobierno Nacional a través de los programas sociales y de auxilio a las empresas nos ayudaron mucho.

¿En facturación los resultados fueron positivos, pero en volumen de sacos de cemento cómo se comportó la compañía?

Bien, también. La producción fue de alrededor de 11 millones de sacos de cemento, lo que representó un incremento del 11% frente al 2019. una cifra nada despreciable.

¿Cuántos empleos genera la empresa? Por el impacto de la pandemia se tocó la nómina?

Generamos 300 puestos de trabajo y le quiero decir que no tocamos la nómina en la crisis, mantuvimos todos los empleos. El 70% de los trabajadores vive en la zona.

¿En un año tan complejo cómo lograron mantenerse firmes?

Trabajamos fuerte en los temas de compras de materias primas, fuimos muy eficientes en el consumo de energía en la planta, hicimos unos ejercicios muy importantes en materia financiera, mermamos los inventarios y mantuvimos el capital de trabajo muy nivelado.

De igual manera, bajamos el pasivo de $111.000 millones a niveles de $80.000 millones y por supuesto racionalizamos horas extras.

¿Cuáles son las expectativas para este 2021, cómo observa el año?

Vemos el año muy positivo. Habrá un dinamismo muy importante en el tema de obras de 4G, ya se están reactivando unos 20 proyectos de megaobras de infraestructura a escala nacional, como autopistas.

También se construirán unos 30.000 kilómetros de vías terciarias, donde va a haber un alto nivel de consumo de cemento y concreto.
Por el lado de vivienda también habrá un repunte o seguirá la reactivación de ese sector. El año pasado fue muy bueno.

Allí va a haber una buena demanda de cemento. Esperamos que el sector nuestro tenga un crecimiento del 7%.

San Marcos es una cementera pequeña, pero se enfrenta a la competencia de varias compañías que llegan con sus productos a la región...

Sí, aquí están Argos, Holcim, Cemex, Alión - que es un cemento nuevo que pertenece al Grupo Corona -, también llega Tequendama de Bogotá. Son alrededor de seis empresas con las que competimos en este mercado.

¿Cuál es la estrategia para no dejarse sacar del mercado?

Nosotros somos una empresa muy focalizada en la región, vendemos nuestros productos en el Suroccidente. Hacemos presencia desde Caldas hasta el Putumayo, pero además tenemos una planta muy eficiente y somos una compañía que tiene una red de clientes y de distribuidores muy fuerte, unida y compenetrada. A todo eso se suma una estrategia de servicio muy eficiente.

Nuestro objetivo es mantenernos así, con una gran propuesta de valor en nuestros productos. Estamos cumpliendo nueve años de operaciones y yo completaré diez años al frente de la gerencia.

¿Cuando dice que la planta es muy eficiente a qué se refiere?

Al tema de la sostenibilidad, del respeto por el medio ambiente. Hemos trabajado en ese plan en tres frentes. Uno es con nuestros empleados, asegurándonos que tengan muy buena calidad de vida. El segundo es con la comunidad, hemos sido muy cuidadosos con ella.

Esta es una zona de caliza, hay mucha minería pequeña que apoyamos y nos venden la caliza como materia prima, eso les ayuda a que sus negocios tengan un volumen importante de ventas.

Y hacemos trabajo de mucha solidaridad con la comunidad. En la Vereda San Marcos apoyamos la vía al acueducto de Manga Vieja, ayudamos el colegio y las casas comunales de Vijes. Asimismo, trabajamos con las juntas de acción comunal y adelantamos un plan de reforestación en la zona.

En relación con nuestros productos, le cuento que generan un 46% menos de emisiones, un 36% menos de consumo energético en kilovatio- hora por tonelada de cemento y 36% menos de combustibles. Esta es una planta de alta tecnología.