Se acerca otro rescate. El incremento de la prima de riesgo llegó hasta los 610 puntos.

El 20 de julio fue un viernes negro para la golpeada economía española, el fin de semana fue igual, mientras se adivina la reacción de los mercados para hoy lunes. Todo con oscuras perspectivas. Con la atención puesta en la prima de riesgo que por primera vez en la historia supera los 600 puntos (Portugal, Irlanda y Grecia fueron rescatadas con mucho menos), la caída de la bolsa del 5,8% y el rescate financiero a que se ha sometido la Comunidad Valenciana, según los expertos, España ha dado un paso más hacia el abismo del rescate total, el mismo día en que la Unión Europea aprobaba el préstamo para la banca con un salvavidas de 100.000 millones de euros.Las señales de que España camina sobre la cuerda floja y que podría caer al abismo, las daba el histórico incremento de la prima de riesgo hasta los 610 puntos y el rescate que solicitó la Comunidad Valenciana, incapaz de hacer sus pagos.La Comunidad Valenciana, acusada de ser uno de los focos de despilfarro y de los más altos índices de corrupción, es la primera autonomía española en solicitar este rescate. Así, Valencia se adhiere al fondo creado por el Gobierno central para ayudar a las comunidades (provincias) con un alto déficit que no puedan atender algún vencimiento de deuda, es decir, que no tenga cómo pagar a sus proveedores o funcionarios. Esta petición obliga al Gobierno de Valencia a rendir cuentas cada mes al Ministerio de Hacienda para garantizar que no rebasa el 1,5% de déficit.Pero lo que ha agravado la crisis en Valencia, dicen los expertos, son los altos índices de corrupción. Los contratos con la Fórmula 1 cuando la Comunidad ya estaba casi que en quiebra, los contratos amañados para la visita del Papa Benedicto XVI, la burbuja inmobiliaria y el aeropuerto de Castellón, un monumento al despilfarro español, que costó cientos de millones y que no podrá ser utilizado.La situación en otras comunidades, la mayoría gobernadas hace años por el Partido Popular, es de quiebra. Al punto que el ministro Luis de Guindos advertía de que era probable “que no se pagaran los salarios de los funcionarios”.Para el analista Pedro Olalla, radicado en Atenas desde el rescate griego, “No hacía falta ningún adivino para verlo (el rescate español) –explica–, bastaba con darse cuenta de que en ambos países se daban condiciones favorables al rescate y tener en cuenta la avidez de los rescatadores. Esas “condiciones –deuda externa, endeudamiento público, evasión fiscal, corrupción, pérdida de competitividad, alta tasa de paro, (agravadas en el caso de España con la burbuja inmobiliaria, el endeudamiento privado o la costosa mecánica del Estado de las Autonomías)- no son las causas de la crisis, pero, presentadas como tales con acierto mediático, contribuyen de manera eficaz a la aceptación por el pueblo, que es, a fin de cuentas, el que habrá de pagarlos”.En otras palabras, todo lo que está pasando en España, todo, pasó en Grecia antes de que se decidieran por el rescate. “Todo lo que sucede en España en los últimos meses –incluida la retórica del establecimiento político y mediático– es un déjà vu de lo sucedido en Grecia, un proceso que reproduce paso a paso y con precisión matemática lo sucedido meses antes allá y que, por tanto, hace previsible el futuro inmediato”, agrega Olalla.¿Y qué pasará? En principio, se tomarán “medidas para frenar el déficit” (ver recuadro) y salvaguardar los intereses de los acreedores: rescate 1, rescate 2, rescate 3... Todo en un ambiente de huelgas y protestas bajo control.Para Olalla, el objetivo principal es claro: sacar provecho de una recesión creada para que la riqueza pase cada vez a menos manos y para que las condiciones que permiten el enriquecimiento de esa élite sigan mejorando.“Por eso, sus acciones en nombre de la crisis van encaminadas a la degradación del mercado de trabajo hasta que todo el mundo esté dispuesto a hacer cualquier cosa por un bocadillo, al desmantelamiento de los servicios públicos y a su sustitución por los prestados por corporaciones privadas (en las que tienen parte los políticos que favorecen el proceso), al debilitamiento del ya deficiente sistema democrático... Van encaminadas, al retroceso del estado social y a la pérdida de derechos adquiridos en largos y penosos procesos de lucha”, explica.Mientras la situación tiende a complicarse más, Alemania le recomienda a España que se acoja al rescate total. Si esta semana lo hizo el presidente del Banco Alemán, luego lo haría el consejero Peter Bofinger, asesor de Ángela Merkel.“La ayuda entregada a España (100 mil millones de euros) no ataja la raíz del problema. Esta raíz, la peligrosa vinculación entre Estado y bancos, no se ha eliminado. Mientras el Estado español sea el receptor y garante de la línea de crédito, como exigió nuestra canciller Ángela Merkel, es muy arriesgado y peligroso, ya que el préstamo a las entidades financieras lastrará el déficit y la deuda españoles y puede azuzar más la crisis”.Aún así Bofinger, del grupo de los cinco sabios, dice que la ayuda financiera a España, “es una importante contribución a la estabilización de la cuarta economía del eurogrupo” y agrega que la implementación de nuevos recortes a Portugal, Grecia y España, lo que hace “es ahondar la recesión de sus economías”.Así muchos griten que es necesario el rescate de España, otros expertos consideran que este costaría entre 300 y 400 mil millones de euros hasta 2014, cifra demasiado alta que la UE no estaría dispuesta a asumir. Así que lo que recomiendan es evitar a toda costa el rescate.La caída de España conlleva otros riesgos, como la caída a su vez de Italia, la tercera economía de la Eurozona, con lo que el golpe sería catastrófico. Otros ven en este hecho, el fin de un sueño, el de la Unión Europea.