El dos veces campeón del mundo de boxeo Anthony Joshua noqueó este sábado en apenas dos asaltos a la estrella de artes marciales mixtas Francis Ngannou en un combate entre pesos pesados.

El púgil británico ya había tumbado a su oponente camerunés sobre la lona en el primer asalto, antes de hacerlo dos veces más en el segundo con una brutal y fugaz exhibición de su potencia de puños.

Anthony Joshua. boxeador británico | Foto: AFP or licensors

Para Ngannou, de 37 años y excampeón de peso pesado de UFC, era solo el segundo combate profesional de boxeo. El primero lo perdió en octubre por decisión dividida ante Tyson Fury, el campeón de WBC, a quien consiguió tirar a la lona.

“Cuando vi la pelea con Tyson Fury pensé: ‘Quiero algo de eso’. Es un gran campeón y esto no resta ningún valor a sus capacidades”, aseguró Joshua a la cadena televisiva DAZN tras su rápida victoria.

“Le he dicho que no deje el boxeo. Lleva solo dos peleas y ha luchado contra los mejores”, afirmó.

El británico, que llegó a ostentar el cinturón unificado de WBO, WBA y IBF, acudía al combate en Riad con una racha de tres victorias consecutivas, después de encadenar dos derrotas seguidas contra el ucraniano Oleksandr Usyk.

El combate no comenzó hasta las 3H30 locales, pero los aficionados disfrutaron de un comienzo espectacular, con Joshua tumbando en el primer asalto a Ngannou con una brutal derecha a la barbilla.

Todavía empeoró para el camerunés, que se encontró nuevamente en la lona en el segundo asalto. Se levantó pero su resistencia duró poco más y fue definitivamente noqueado.

Estuvo tumbado un rato y precisó de atención médica dentro del cuadrilátero antes de ser auxiliado hasta su taburete.

Joshua, de 34 años, habría recibido 50 millones de dólares por este combate contra Ngannou, cuya historia de superación cautivó a los aficionados.

La estrella de artes marciales mixtas creció en la más absoluto pobreza, trabajando como niño en una cantera de arena por menos de dos dólares al día.

Ngannou emigró a Europa y durmió al aire libre en un aparcamiento en París antes de que un entrenador local lo acogiera y lo guiara en el mundo del boxeo.