A uno le cuesta entender, como después de ese primer tiempo lleno de precisión, de buenas jugadas y de una defensa sólida, la Selección Colombia Sub-20 haya cerrado el partido pidiendo tiempo y con un equipo nigeriano encima, en el Mundial Sub-20.
Todos pensábamos que en el segundo tiempo se iban a presentar más goles, para el combinado patrio, pero inexplicablemente pareciera que nuestros jugadores se llenaron de sobradez y empezaron a parecer los errores que afortunadamente fueron bien controlador por el arquero.
Hablando de Jordan García a él se le debe que al final hubiésemos empatado, porque sino hubiera sido por sus dos grandes atajadas, el resultado a lo mejor hubiese sido otro.
García llevó, inobjetablemente, a que pasáramos a la segunda ronda y el miércoles jugaremos contra Sudáfrica.
César Torres pensó que con los cambios se iba a revitalizar el equipo, pero no fue así y el adversario, con menos técnica que la Tricolor, se vino encima, consiguió el empate y mostró protuberantes errores en la parte defensiva de Colombia.
Por otro lado, pareciera que lo de Colombia se hubiese calcado de lo que presentó el Deportivo Cali contra el Pereira. Un primer tiempo sin complicaciones, pero luego se baja la guardia y los adversarios se crecen.
El 1-0 sirve para que el Deportivo Cali se quede en los ocho y frente a Atlético Nacional nos muestre cuál es el equipo de Alberto Gamero, porque hasta el momento no lo ha podido cuadrar.
El próximo martes (7 de octubre), el América, está con la obligación de ganar en Bogotá, ante Millonarios, si es que quiere sacudir la tabla y acercarse a una clasificación. Viene de derrotar de buena manera al Junior, en la Copa Colombia, y mostrando mejoría que ojalá la consolide porque ya estamos llegando a la recta final. MAO