Uno de los grandes perjudicados que dejó la etapa 15 del Tour de Francia fue el corredor boyacense Nairo Quintana, quien  entró a 3:50 de Pogacar, ganador de la jornada, y cae a la novena posición de la general a 5:08 del esloveno Primoz Roglic, sólido líder.

El líder del Arkea aseguró al final de la fracción que las caídas que ha sufrido en días previos le ha mermado sus chances de estar en una mejor condición para luchar por el título de la prueba gala.

"Sabía que era muy difícil aguantar, intenté lo que más pude en aguantar, ya son dos caídas, la última muy fuerte y he tenido en verdad mucho dolor, es puro orgullo y corazón lo que estamos haciendo, me duele hasta el alma e intentaremos recuperarnos y seguir para adelante", comentó Nairo.

Los primeros damnificados del ritmo infernal impuesto por el Jumbo-Visma en el ascenso final fueron Quintana y Bernal, que cedieron terreno al grupo de favoritos cuando quedaban aún más de 13 km para la cima, que se convirtieron en un suplicio.

"El trabajo del equipo ha sido fundamental para tenerme siempre adelante, han hecho un gran trabajo y le agradezco porque de lo contrario hubiera perdido muchos minutos más", concluyó Nairo.