Iván Darío Jiménez, un floricultor antioqueño de 54 años, jamás pensó que durante el trayecto que hace en bicicleta desde su casa al trabajo, por carreteras de Antioquia, se encontraría con uno de los mejores ciclistas internacionales.

En efecto, Jiménez pedaleaba en su pesada bicicleta y cuando vio que adelante iba un ciclista vestido con el uniforme del EF Education y con una moderna 'máquina', no dudó en 'pegársele', sin saber que escoltaba a Rigoberto Urán.

Después de unos metros fueron los acompañantes del ciclista colombiano que lo alertaron de la pegajosa marca que tenía en el recorrido.

Urán tomó la situación de la mejor, causándole gracia la vestimenta de Iván Darío, quien lucía una camisa y un pantalón distintivos de la empresa donde trabaja en un corregimiento de La Ceja.

La historia no quedó allí porque un día después Rigoberto visitó a Iván Darío en su sitio de trabajo, haciéndole bromas y preguntándole que por qué no se había dedicado al ciclismo.

Los premios y elogios del pedalista del EF Educatión no pararon allí: llevó a su 'coequipero' a una de sus tiendas y allí le hizo obsequio de una bicicleta y un uniforme.