El 4 de julio de 1999, en Paraguay, se dio uno de los hechos más curiosos en la historia de la Copa América: el jugador argentino Martín Palermo falló tres penales en el partido de fase de grupos frente a la Selección Colombia.

Palermo, recordado delantero, sobró sin fortuna los tres lanzamientos: uno le dio en el palo, otro lo tiró afuera y el final fue atajado por Miguel Calero, meta colombiano. El ‘optimista’ del gol, como le decían, incluso se ganó una mención en el guinness record. Así fueron sus disparos.