Un total de 4833 bastones de mando y 123 “mulas aperadas” son los elementos que habría adquirido la Unidad Nacional de Protección (UNP), a través de una organización indígena, y que ahora la pone en el centro del debate.

El valor del contrato ascendería a los $2,7 mil millones, pero la preocupación sobre el mismo no concluiría ahí, sino que llamó la atención que fue firmado el pasado 22 de agosto por el director Augusto Rodríguez, en un momento en el que se ha asegurado que no hay recursos para proteger a precandidatos presidenciales.

La Resolución 1743 de 2025, que fue encontrada por el veedor ciudadano Jairo Ladino y revelada por la revista Semana, precisó que el acuerdo se firmó con la Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona (Owybt).

Frente a los costos, se detalló que cada bastón tuvo un valor de 351.368 pesos, lo que dio un resultado de 1.698.161.544 pesos por los 4.833 bastones. Las mulas, por otra parte, costaron $8.416.000 , por lo que las 123 tienen un costo de $1.035.168.000

El argumento de la UNP para comprar estos elementos se fundamentó en que se busca mejorar la respuesta inmediata ante la presencia de un conflicto o eventualidades que se puedan presentar en los territorios indígenas.

El contrato se firmó por la UNP el pasado 22 de agosto. | Foto: Suministrado a Semana

El documento también indicó que se busca garantizar el desplazamiento seguro de los integrantes de la Unidad hacia las áreas donde realizan sus labores, con el fin de que puedan cumplir sus funciones sin contratiempos.

La entidad destacó, además, que el objetivo es reforzar los mecanismos de seguridad para estas comunidades y respaldar las labores sociales que desarrollan en sus territorios, con el propósito de garantizar su protección y autonomía.

Al igual que fortalecer los procesos de resistencia, autonomía y pervivencia en los territorios colectivos, posibilitando el ejercicio de control territorial”.

Sobre el material de los bastones, estos están hechos de madera dindinu y de madera de chonta, que según la propuestaestá inmunizada con los procedimientos tradicionales de cada pueblo con cintas de las diferentes comunidades”.

Adicionalmente, cada bastón pasa por un ritual de “armonización” con plantas medicinales, siguiendo las tradiciones ancestrales.

En cuanto a las mulas, no hay mayor detalle sobre las mismas, pero se mencionó que serán escogidas por las mismas comunidades y se entregarán en buenas condiciones de salud, aperadas y armonizadas, conforme a los rituales y tradiciones de cada resguardo.

Sobre el material de los bastones, estos están hechos de madera dindinu y de madera de chonta.

La entrega se haría efectiva a las asociaciones y resguardos de los departamentos de Santander, Cesar, Cauca, Norte de Santander, Meta, Putumayo, Nariño, Caquetá, Chocó, Tolima, Valle del Cauca, Huila, Antioquia, Bolívar y La Guajira.

Para conocer la versión de la entidad, Semana intentó contactarse con ella, pero esta respondió que la información tendría reserva al tratarse del programa Ruta Colectiva.