Líderes campesinos de la zona rural del municipio de Argelia, Cauca, le confirmaron a esta casa periodística que se presentó la retención o secuestro de otros 26 militares en esta parte del suroccidente del departamento.
“Luego de enterarse del asesinato de dos pobladores en el casco urbano de El Plateado, hecho registrado en las últimas horas, las comunidades del Micay optaron por rodear a otro pelotón, de ahí que ahora lo están trasladando a la caseta comunitaria del corregimiento de La Hacienda”, relató el líder campesino consultado por El País.
De ahí que ya son 57 soldados que están en poder de estos campesinos, la gran mayoría cultivadores de coca que se oponen al avance del Ejército hacia la parte media del denominado Cañón del Micay.
Y es que este sábado 21 de junio se presentó la retención o secuestro de los primeros 31 militares, quienes combatían a los integrantes del frente disidente Carlos Patiño de las Farc en esta parte de la zona rural de Argelia.
“Cómo va a ser posible que asesinen a cuatro personas en pleno casco urbano de El Plateado cuando está militarizado, ayer ultimaron a dos desde una camioneta y ahora, en la mañana, acabaron con la vida de otros dos bajo la misma modalidad por eso ante el miedo que existe por esta clase de actos, optamos por movilizarnos más y rodear a los militares para que se vayan”, agregó el líder campesino, quien pidió no revelar su identidad.
Por eso, a raíz de esta situación, el ministro de Defensa, general retirado Pedro Arnulfo Sánchez, rechazó enérgicamente este caso, catalogándolo como un secuestro, además dejó claro que no existe en Colombia zonas vedadas para la fuerza pública.
“La Constitución Política de Colombia es clara. Nadie puede retener a alguien, excepto las autoridades legítimas del Estado y según el marco legal. Lo demás es secuestro, así lo intenten maquillar, además no existe ningún lugar prohibido para que la Fuerza Pública cumpla con su misión constitucional de restablecer el orden y garantizar la seguridad. La asonada a la Fuerza Pública es un delito y por ende, un ataque al Estado Colombiano”, agregó el ministro de Defensa.
Paso seguido, el funcionario de Gobierno dejo bien en claro que los campesinos del esta zona del suroccidente del Cauca quieren dejar atrás la violencia y la guerra, de ahí que aspirar dar un paco hacia la legalidad.
“La población del cañón del Micay es gente que quiere dejar los cultivos para uso ilícito y transformar el territorio a la paz . No quieren que sus hijos sean reclutados para la violencia, no quieren que sus campos estén llenos de minas y no quieren sembrar un cultivo que se transforma en veneno y muerte. La educación, la salud, las vías, la cultura, el deporte y el trabajo digno van a llegar al Cañón del Micay. Los terroristas son temporales, el Estado es permanente”, agregó el ministro de la Defensa a la hora de referirse a este hecho.