Una gran cantidad de municiones de fusil que son utilizadas por los soldados que enfrentan la criminalidad en diferentes regiones del país se encuentran estancadas en zona franca, desde hace un año.

Son cerca de 140 toneladas de munición las que no han podido ingresar a Colombia para ser entregadas a los uniformados.

De ellas, 28.000 unidades corresponden a una copa para camiseta y 112.000 unidades son de copa para vainilla, las cuales se utilizan en la munición calibre 5.56, y que equipan también los fusiles M-16.

Según lo señaló SEMANA, todo inició en septiembre de 2024 cuando Indumil suscribió un contrato de compraventa con la empresa Rexco Tools SAS por $8.863 millones para traer al país un producto exento de IVA, el cual era importado por ese actor privado.

Carlos Alberto Henao Fonseca, vicepresidente corporativo de Indumil, firmó el convenio con Denisse Campos, representante legal de Rexco.

Indumil es la única entidad con el poder de habilitar el ingreso de armamento al país. | Foto: SEMANA

El 23 de noviembre de 2024, las municiones ya estaban en zona franca, esperando el proceso de nacionalización. Para ello se requería de un documento de Indumil, ya que es la única entidad que puede habilitar el ingreso de armamento al país.

Pero desde esa fecha, la munición, de fabricación estadounidense, ha estado almacenada en una bodega, por la que sus importadores, pagan un arrendamiento millonario mensual.

Por ello llegó una queja a la Contraloría General, ya que Indumil emitió un acta señalando un presunto incumplimiento por parte del proveedor.

Pero a mediados de 2025, la entidad publicó una nueva convocatoria para importar 290 toneladas de ese mismo material de defensa por $19.000 millones, casi el doble del convenio que suscribió un año antes con otro oferente.

Lo que hasta no se sabe es si los fondos de la convocatoria de 2025, son los mismos con los que se tenía previsto realizar la compra de 2024, para la que Indumil firmó el contrato, ya que no le pagó al proveedor asegurando un presunto incumplimiento.

Según explicó Indumil a SEMANA, “este proceso contractual fue estructurado como un contrato de compraventa nacional, en el cual el contratista Rexco Tools debe asumir los trámites de importación, nacionalización y entrega de los bienes dentro del territorio colombiano, tal como consta en las obligaciones del contrato”.

Además, confirmó que está ejecutando un nuevo proceso contractual con un proveedor turco para la adquisición de estas mismas municiones, a pesar que el que tenía con Rexco Tools quedó con la mercancía en zona franca.

“El nuevo contrato se ha adelantado cumpliendo las normas y procesos establecidos para la contratación en una Empresa Industrial y Comercial del Estado, y ha considerado una mayor cantidad de materia prima debido a la necesidad de abastecer la demanda creciente por parte de la Fuerza Pública, en razón a su compromiso y dinámica operacional en las diversas regiones del país”, insistió Indumil.

Los soldados utilizan las municiones para enfrentar la criminalidad. | Foto: Colprensa