A partir de 2026, una nueva exigencia hará parte del camino académico de los estudiantes de educación media en Colombia: cumplir con un servicio social obligatorio para poder graduarse y avanzar en sus estudios.
Esta obligación, contenida en la Ley 115 de 1994, conocida como la Ley General de Educación, rige desde hace décadas, pero toma especial relevancia con la proximidad del próximo año escolar.
Según el artículo 97 de la norma, los estudiantes que cursan los grados décimo y once de la educación media deberán prestar un servicio social como parte de su formación integral.
Este requisito busca que los jóvenes se vinculen activamente con su entorno, comprendan las necesidades de su comunidad y desarrollen valores como la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad social.
El servicio social obligatorio no es una materia académica tradicional, sino una experiencia formativa práctica que debe ser coordinada y supervisada por las instituciones educativas, con lineamientos que eventualmente reglamentará el Gobierno Nacional.
La idea es que los estudiantes aporten tiempo y esfuerzo en proyectos que respondan a necesidades reales de la comunidad, contribuyendo así al mejoramiento social y cultural de su entorno.
El Ministerio de Educación, con base en la resolución 4210 de 1996, detalla que este servicio social debe sensibilizar a los estudiantes frente a problemas y potencialidades de su comunidad; fomentar la solidaridad, el trabajo en equipo, el respeto y el compromiso; y promover la aplicación de los conocimientos adquiridos en el aula en situaciones reales de la vida social.
A su vez se convierte en una práctica que contribuye a aprovechar el tiempo libre de los jóvenes, que fortalezcan su desarrollo social y cultural dentro de su comunidad y alejarlos de malas influencias.
Este requisito busca fortalecer la formación integral de los estudiantes mediante actividades que los vinculen con su entorno social y comunitario.
Para su aplicación, los colegios deberán organizar, supervisar y certificar el cumplimiento del servicio social dentro del calendario escolar, de acuerdo con los lineamientos establecidos en la normativa educativa vigente.
Los planteles educativos tienen la responsabilidad y el deber de formar a los jóvenes de manera integral y completa, no solo en conocimientos académicos, sino también en valores ciudadanos, participación social y compromiso con la comunidad, como parte de su proceso educativo.
Con la entrada en vigencia de este deber para el próximo año, las instituciones educativas deberán ajustar sus planes de estudio y sistemas de acompañamiento para asegurar que los estudiantes puedan cumplir este requisito dentro del calendario escolar establecido.