La vereda El Orejón, en Antioquia, se ha convertido en un 'laboratorio de construcción de paz' después de que la Cancillería haya desarrollado 17 proyectos con la ayuda de cooperación internacional. El presidente Juan Manuel Santos para continuar con el plan de erradicación voluntaria de cultivos.

Hasta hace unos meses esa población del departamento de Antioquia era el sitio "más minado de Colombia", pero eso quedó atrás luego de que el Gobierno y la comunidad decidieron sembrar esperanza y construir un nuevo pueblo.

El Orejón fue el primer lugar en el que el Gobierno colombiano y las Farc comenzaron el desminado humanitario acordado en las negociaciones de paz en Cuba.

Como todo comienzo, las cosas no fueron fáciles y pronto el Gobierno y los vecinos se dieron cuenta que el solo desminado humanitario no era suficiente para llevar el progreso al lugar.

Fue así que desde la mesa de negociaciones de La Habana se propuso hacer un acompañamiento social al desminado humanitario, liderado por el equipo del Plan Fronteras Para la Prosperidad (PFP) de la Cancillería.

Luego de hacer varios talleres liderados por el PFP, la población trazó los proyectos más urgentes que necesitaban apoyo del Gobierno.

Fue así que la limpieza del territorio sembrado de explosivos llegó con 17 proyectos avaluados en 22.339 millones de pesos en los cuales la Cancillería colombiana articuló a 24 entidades para convertir los sueños de los habitantes de El Orejón, y de otras cinco veredas (aldeas) localizadas a su alrededor, en una realidad.

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Atrás quedaron los tiempos en que los habitantes pasaban una quebrada haciendo equilibrio sobre un tronco. Ahora un puente, con todas las especificaciones técnicas, permite el paso de los lugareños de forma segura y rápida.

La escuela que estaba a punto de colapsar y en la que estudiaban todos los niños juntos en una misma aula sin importar que fueran de distintos grados hoy es un recuerdo.

Con el apoyo de la Agencia de Cooperación y Coordinación Turca (Tika) se construyó una nueva que fue diseñada por los mismos alumnos.

Además, se construyeron dos bibliotecas en Pueblo Nuevo y Briceño y se implementó el Programa de Deporte, Convivencia y Paz.

A eso se suma que a través del programa de Diplomacia Deportiva y Cultural de la Cancillería se vienen realizando intercambios infantiles y juveniles que permiten el viaje de niños de El Orejón a Alemania y que vean que a través del deporte y la cultura se pueden hacer realidad los sueños.

También se desarrollan programas de producción de alimentos a través de cultivos de fríjol, maíz, maracuyá y forrajes, que no sólo permiten el abastecimiento local, sino que generan recursos económicos para los cultivadores.

A El Orejón también llega el Estado con la instalación de kioskos de internet "Vive Digital", proyectos para potabilizar el agua, telemedicina y otros de participación ciudadana.

La Estrategia Integral de Desarrollo Social y Territorial ha logrado cambiar la vida de los habitantes de El Orejón, pero, además, se ha extendido a cuatro veredas más de Briceño y al casco urbano de este municipio que han beneficiado a casi 8.000 habitantes del municipio.