Fumar mientras conduce su vehículo puede convertirse en un acto que, de llegar a ser presenciado por las autoridades de tránsito, le traería una sanción económica bastante considerable para su bolsillo.
El Código Nacional de Tránsito en su artículo 132 da cuenta de las diferentes sanciones que puede ser acreedora una persona que llegue a encender un cigarrillo mientras se encuentra al interior de un automotor, en especial si es de servicio público.
En este caso, el instrumento menciona que si un pasajero es sorprendido fumando será obligado a descender del vehículo y asistir a un curso de seguridad vial. Si llegara a tratarse del conductor, él también deberá asistir al curso y cancelar una multa.
“El conductor de servicio público de transporte de pasajeros que sea sorprendido fumando mientras conduce se hará acreedor a una sanción de diez salarios mínimos legales diarios vigentes”, reza el parágrafo del texto.
Tenga en consideración que el pago de multa ascendería a los $474.500 con valores actualizados para el año 2025. A su vez, se hace énfasis en que aplica para las personas encargadas de conducir automotores de servicio público, bien sean buses o taxis.
Un punto que también debe tenerse en consideración es que los pasajeros de los diferentes sistemas de transporte masivos de Colombia también pueden enfrentarse a sanciones si son sorprendidos fumando mientras realizan sus viajes.
Normas que regulan el tema
Durante estos últimos años, en Colombia se han expedido diferentes normas encaminadas a regular el consumo de cigarrillos y el acto de fumar en espacios públicos con alta afluencia de personas.
Tal es el caso de la resolución 1956 de 2008, la cual prohíbe de manera contundente fumar en sitios interiores o cerrados de lugares como oficinas, espacios públicos, entidades de salud e instituciones educativas donde sean atendidos menores de edad.
De acuerdo con las autoridades este tipo de iniciativas se encuentran encaminadas a impulsar una reducción en el consumo de cigarrillos, por parte de la ciudadanía colombiana, además de evitar que terceras personas se vean afectadas por este tipo de situaciones.
Otro de los instrumentos que aborda dicho tema es la Ley 1335 de 2009, la cual entrega una serie de disposiciones por medio de las cuales se apunta a evitar daños en la salud de la población no fumadora, además de estipular políticas públicas para la prevención en el consumo de tabaco.
Ahí se consagran elementos como la prohibición de la venta de cigarrillos a menores de edad hasta los elementos que deben contener las políticas de salud pública donde se aborde el particular.