Durante este Viernes Santo, los habitantes del municipio de Miranda, en el Cauca, cumplen con la tradición de subir al cerro de las Tres Cruces como forma de cumplir una promesa de fe, hacer deporte o compartir en familia.

“En estos dos días importantes de la Semana Santa, este sitio se convierte en un punto de encuentro familiar y comunitario, es una actividad de senderismo que surge por muchos motivos; unos lo hacen acercarse a Jesús crucificado, otros por deporte o salud y otros como el plan de amigos que deciden subir para después ver el pueblo desde esta parte alta”, relata Gilberto Parra, periodista de este poblado, quien también participa en esta actividad.

Repletos de flora tropical, diversa vida silvestre y vistas dignas de fotografiar, el cerro de las Tres Cruces en Miranda ofrece una opción para cada gusto, desde excursiones fáciles y escénicas con vistas de esta parte del norte del Cauca. | Foto: Alcaldía de Miranda

Por eso, quien no quiere escalar esta parte de la montaña que bordea el municipio nortecaucano, lo hace en bicicleta o moto por la vía de la vereda Calandaima, y tras llegar a la parte alta se reúnen alrededor de las Tres Cruces. La otra ruta es por la vereda Los Pinos.

“Hay muchas personas que se toman la tarea de subir como actividad deportiva, de ahí que se toman las dos o tres horas que toma escalar la falda de la montaña hasta llegar donde está la representación de la crucifixión, y claro, hay quienes adelantan la parte espiritual o religiosa; o en otros casos, participan en actividades deportivas, recreativas”, explicaron funcionarios de la Alcaldía local.

Y es que este punto de encuentro se convierte además en una oportunidad para los emprendedores de esta parte del municipio, quienes ofrecen productos y alimentos a quienes llegan hasta la cima, generando ingresos y dinamizando la economía local.

Los asistentes a esta actividad disfrutan de deliciosa comida, creando un ambiente familiar lleno de diversión y alegría. | Foto: Alcaldía de Miranda

Por eso el jugo de lulo, salpicón, de naranja y limonada son algunas de las bebidas que las personas pueden degustar, mientras descansan mirando el horizonte, donde ya se aprecia toda el área urbana de esta población, la cual limita con el departamento del Valle del Cauca.

“A pesar de que hay otros planes, y que por ejemplo las nuevas generaciones son más de celulares y redes sociales, este plan de subir al cerro de las Tres Cruces se mantiene tras el paso del tiempo, y es muy gratificante que niños, niñas, jóvenes, abuelos, en fin, la gran mayoría de mirandeños, sagradamente cada año, participan en esta actividad”, acota el ciudadano Gilberto Parra.

Además, y desde esta parte alta, se aprecia la amplia zona plana donde está edificada la cabecera municipal de esta localidad y sus pobladores son testigos de cómo la belleza natural se fusiona con la rica herencia cultural, donde sus verdes paisajes montañosos hacen de este lugar un destino único, de ahí que sea el sitio que llena de orgullo a toda una comunidad.

Este municipio está ubicado geográficamente en el piedemonte de la cordillera central, irrigado de oriente a occidente por los ríos Desbaratado y Güengüé, fundado el 7 de mayo de 1899 por orden de Julio Fernández Medina, que cedió los terrenos y lo nombro Miranda en homenaje al prócer de la Independencia Americana Francisco Miranda. | Foto: Alcaldía de Miranda