Bajo el intenso frío de las mañanas de payanesas, cientos de abuelos y abuelas hacen fila con la esperanza de recibir los medicamentos que le son recetados por los profesionales de la salud de entidades como la Nueva EPS.

Y es que, como bien comprobó el equipo periodístico de El País, estos adultos mayores incluso esperan en medio de los intensos aguaceros que se registran en la ciudad durante estos últimos días del año.

Los usuarios de la Nueva EPS viven un verdadero calvario a la hora de solicitar las autorizaciones para acceder a los procedimientos médicos, especialistas y medicamentos. | Foto: Francisco Calderón

“Estamos desde las 4:00 de la mañana, a pesar de la fuerte lluvia, toca hacer la fila para que nos digan si hay o no el medicamento”, expresa Rosamalia Pérez mientras tirita del frío, buscando proteger la carpeta donde guarda las fórmulas médicas.

“Esto nos toca a nosotros, qué más podemos hacer”, agrega esta ama de casa, quien con sombrilla en mano se protege de la lluvia.

Esa escena se vivió en las primeras horas del sábado 27 de diciembre, cuando se presentó un fuerte aguacero, pero aun los usuarios de esta entidad madrugaron para hacer fila, como quedó se evidencia en video. Llegaron de diferentes partes de la ciudad, incluso de municipios vecinos como Timbío o Piendamó.

“Estoy desde la cinco, tratando de conseguirle el medicamento a mi papá, él es diabético, pero no, me chupo semejante aguacero, me dicen que si lo hay, pero cuando llegó a la casilla me dice que no ya no existencia, eso es muy humillante”, expresa Marisol Narváez, al salir con la tirilla donde dice que por problemas logísticos con la Nueva EPS no hay el medicamento.

Bajo la lluvia, los usuarios de entidades como la Nueva EPS en Popayán hacen fila solo para comprobar si hay o no medicamentos. | Foto: Francisco Calderón

Esta misma situación la vivió el comunicador social Alejandro Cortés, quien debía reclamar cinco medicamentos para su mamá, una abuela de 77 años de edad, pero vivió la misma situación que Marisol: “Escitalopram no lo hay, Quetiapina tampoco, Rosuvastina y Divalproato se acabaron también, solo hay Losartán”, dice la joven que despacha en uno de los cubículos de las dos únicas dos sedes de Mennar que ahora funciona; las otras están cerradas y abrirán después del 13 de enero de 2026.

Por eso, en esta parte del barrio Bolívar de Popayán se presenta la concentración de usuarios, quienes de forma desesperada busca reclamar lo que pueda de fármacos, así le toque pasar la noche en este punto de la comuna tres de la capital del Cauca, en medio incluso de los habitantes de calle y consumidores de alucinógenos.

“Este es el panorama que yo llamo abiertamente crisis humanitaria por el colapso del sistema de salud en Popayán y lo que terminamos pagando los platos rotos somos los ciudadanos de a pie, mire el video, la misma gente lo denuncia, no se ven planes de contingencia para atender esta situación”, agrega este comunicador social, quien ahora busca por sus propios medios la forma de conseguir los medicamentos para su señora madre.

La sede de la IPS Nueva EPS en Popayán atiende lo básico en materia de salud. | Foto: Francisco Calderón