En redes sociales se conoció una denuncia sobre el presunto cobro de $100 pesos a estudiantes para poder acceder a los baños del colegio público INEM Jorge Isaacs, en Cali.
Según la publicación, un niño habría sido objeto de burlas luego de hacerse en los pantalones al no tener dinero para ingresar al sanitario.
Frente a la polémica, la Secretaría de Educación de Cali, en cabeza de Sara Mercedes Rodas Soto, negó que existan cobros obligatorios por el uso de los baños en las instituciones educativas oficiales.
“En el INEM no se cobra por el uso del baño”, aseguró Rodas, al tiempo que reiteró que se hará seguimiento al caso reportado y que “en ninguna de las Instituciones Educativas Oficiales se cobra por el servicio sanitario. La Secretaría de Educación Distrital de Cali garantiza desde el primer día del calendario escolar la contratación de los servicios de aseo”.
Por su parte, el Consejo Directivo del INEM Jorge Isaacs emitió un comunicado en el que aclaró que el ingreso a los baños es libre y que no existe ninguna restricción económica para acceder a ellos.
La institución explicó que desde hace más de diez años se implementó una estrategia liderada por un grupo de madres voluntarias, quienes ofrecen insumos de higiene como papel higiénico, toallas higiénicas y jabón, a cambio de un aporte también voluntario.
El comunicado también advierte que, por ley, el presupuesto institucional no puede destinarse a la compra de dichos artículos.
“El Consejo Directivo de la Institución Educativa Oficial INEM Jorge Isaacs de Santiago de Cali, considera pertinente hacer precisiones frente a la información que ha circulado en los últimos días sobre el colegio y en particular, sobre la estrategia de convivencia implementada en la sede central desde hace más de una década con el objetivo de hacer del espacio de los baños un lugar seguro, más humano y digno para nuestros estudiantes”, señala el documento.
Según el colegio, la iniciativa responde a una preocupación reiterada de la comunidad educativa frente a problemáticas como el microtráfico, el consumo de sustancias psicoactivas, los grafitis, el vandalismo en las baterías sanitarias, los intentos de suicidio, el acoso escolar y sexual, y las obstrucciones permanentes de los desagues.
“Si bien la infraestructura física y el buen estado de las baterías sanitarias, la garantía del suministro de agua, energía y el aseo de estos espacios está a cargo del ente territorial y nacional. Esta estrategia de convivencia institucional, está encaminada a que la experiencia de ir al baño no se convierta en un evento desagradable ni inseguro para los estudiantes, protegiendo no sólo el derecho a la educación, sino el derecho a la salud y una sana convivencia”, añadió el Consejo Directivo.