Desde amputación de extremidades o la muerte, podrían ser algunas de las consecuencias de esta patología que se presenta por la bacteria del meningococo. Entérese.

La muerte  de los hermanos Camilo  y Diana Valencia, de 18 y 25 años, ha creado alerta en el país, especialmente en el Valle del Cauca, pues la autopsia realizada por Medicina Legal  apuntaría a que los  jóvenes murieron por meningitis por meningococo.

Se trata de una “inflamación de las  membranas o telas protectoras que envuelven el cerebro y médula espinal”, explica el neurólogo del Centro Médico Imbanaco Carlos Tolosa. Una enfermedad que  puede no dejar ninguna secuela y permitir al paciente continuar con una vida normal, pero que también puede dejar algunas graves consecuencias, incluso la muerte.   

Lo acontecido con los hermanos Valencia entra a hacer parte de los 114 casos de meningitis bacteriana registrados en el país hasta el pasado sábado 20 de febrero, de los cuales hubo 14 muertos, tres de ellos,  del Valle.

En realidad, la enfermedad por meningococo es poco frecuente, según Eduardo López, infectólogo pediatra y director científico del Centro de Estudios en Infectología Pediátrica. “Esta es una patología que se presenta en una persona por 100.000 habitantes”, dice.

Sin embargo, nadie está exento de padecerla, pues la meningitis puede aparecer a cualquier edad, pero personas con bajas defensas y en condiciones de hacinamiento son las más expuestas. 

Ante esto, Janeth Jaramillo, pediatra asistencial del Hospital Universitario del Valle, asegura que para prevenir este tipo de infección se recomienda aplicar la vacuna contra el meningococo. 

Especialistas responden a  preguntas  frecuentes sobre esta patología.

¿Qué es la meningitis por meningococo?

 Inicialmente, es importante aclarar la diferencia entre   meningitis y meningococo. “La meningitis es una inflamación de las membranas que rodean el cerebro, mientras que el meningococo es una bacteria que puede producir dicha enfermedad, al igual que una infección en la sangre o en otros órganos del cuerpo”, así lo explica el infectólogo pediatra Eduardo López. 

 De igual forma, manifiesta que la meningitis puede ser causada por muchos factores como  bacterias, parásitos, hongos o virus. El meningococo es una de esas. La mortalidad y secuelas de esta afección dependen de la causa, es decir,  cuando es infecciosa depende del tipo de virus o bacterias,  y si la infección no solo se confina en las meninges (membranas de tejido conectivo que cubren todo el sistema nervioso central), si no que se extiende al cerebro, causa una meningoencefalitis, la cual, según el neurólogo Carlos Tolosa,  tiene una mortalidad entre el 5 al 10 % de los casos y “en algunos pacientes puede dejar secuelas, que varían desde  sordera en niños, pasando por epilepsia e incluso, daño neurológico irreversible con estados vegetativos persistentes”. ¿Cómo son los síntomas de esta enfermedad?

 La bacteria del  meningococo tiene varias formas de presentación, una de ellas es la meningitis que normalmente “se  presenta con fiebre, dolor de cabeza, dificultad para mover el cuello y para doblarlo; dolor en la nuca y  somnolencia”, cuenta el especialista Eduardo López.  

 Asimismo, esta bacteria también puede producir infección en la sangre, lo cual puede ser más grave. Esta también se presenta con fiebre, decaimiento, postración, dolor en el cuerpo, vómito, diarrea y la aparición de un brote en la piel. “Las manchas son muy características de esta patología, son  de color púrpura, usualmente en las extremidades: los pies y  las manos”, manifiesta López.  Estas dos son las dos formas más usuales de presentación del meningococo.   Por otro lado, en caso de meningoencefalitis, explica el doctor Carlos Tolosa,    puede evolucionar o  generar abscesos cerebrales generando parálisis de una extremidad, problemas de  lenguaje acompañado de los síntomas previamente descritos.

 

¿Cuáles son las causas de esta patología? La bacteria del meningococo puede estar presente  en las secreciones respiratorias  de muchas personas, pero en la mayoría de los casos no pasa nada, es lo que se  conoce como portadores asintomáticos.  Sin embargo, algunas veces el sistema inmune no controla  la bacteria y esta llega a la sangre, lo que causa estas enfermedades.  Usualmente, esto puede suceder en pacientes que tienen las defensas bajas o  problemas de inmunodeficiencias.

 

¿Cómo se contagia?

Dentro de las enfermedades infecciosas, la que se puede transmitir entre la población, es la meningitis bacteriana producida por el meningococo. Generalmente se transmite en población en la cual hay mucha interacción, es decir, cuarteles militares, colegios, población en cautiverio. Esta se transmite a través de pequeñas gotas que emergen de la cavidad orofaríngea (la cavidad oral que incluye la base de la lengua, el paladar blando, amígdalas, paredes laterales y posteriores de la garganta). 

El riesgo de pasarle la bacteria a otra persona se da cuando tienen  contacto con las secreciones, es decir, “si la besa hay riesgo de contagio, si convive estrechamente con esa persona también, el contacto en la misma casa y el personal médico también se expone muy de cerca a las secreciones de la persona con la enfermedad”, cuenta el infectólogo Eduardo López. ¿Quiénes están más expuestos a padecer la enfermedad? El neurólogo Carlos Tolosa, del Centro Médico Imbanaco, afirma que la meningitis puede aparecer en cualquier edad, sin embargo, la que se presenta por infección es más común en pacientes inmunosuprimidos o con defensas bajas, entre ellos cabe resaltar a los  recién nacidos, ancianos y pacientes con enfermedades crónicas como diabetes o diferentes tipos de cáncer, pacientes con VIH, insuficiencia renal,  alcohólicos o con procesos infecciosos.  En ese sentido, el infectólogo Eduardo López coincide con lo anterior y asegura que los grupos que más riesgo tienen de contraer esta patología son los infantes y los adolescentes cuando están en condiciones de hacinamiento.  “Las prácticas sociales propias de la adolescencia, como compartir secreciones, besos, todos estos son factores de riesgo para que se transmita la bacteria de una persona a otra”, manifiesta el especialista López. ¿Cómo se trata esta patología?Si el personal médico sospecha que la persona puede tener la bacteria, inicialmente  se toma una imagen del cerebro: TAC o resonancia cerebral, examen de sangre y la prueba confirmatoria son los hallazgos del líquido cefalorraquídeo (líquido que baña el encéfalo y la médula espinal) el cual se obtiene a través de una punción lumbar.  En caso de confirmarse, lo primero que se hace es tratar al paciente, pues normalmente estas personas necesitan un cuidado intensivo. “Se trata con antibióticos, medidas de soporte y necesitan líquidos endovenosos. Esto es fundamental para eliminar la bacteria”, asegura López. Después de esto  se debe contactar a las personas que tengan lazos  muy estrechos con el  paciente, es decir, los individuos que conviven en la misma casa con este o quienes tienen contacto con la secreción respiratoria del mismo.  Ellos deberán recibir un medicamento profiláctico preventivo  para evitar que también les dé la enfermedad. En cuanto a la vacunaciónPara la prevención de esta enfermedad, cuenta la pediatra Janeth Jaramillo, que  en el  mercado existen las  vacunas  contra el  meningococo que  incluyen los  serogrupos   A, C, Y y W.   Por lo que se aconseja vacunar a todos los niños menores de 5 años, los preadolescentes y adolescentes y poblaciones de riesgo como enfermos con deficiencias en los mecanismos de defensa, viajeros, miembros del Ejército u otras instituciones con reclutamiento y personal de salud. Asimismo, la Academia de Pediatría y el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, ACIP, por sus siglas en inglés, asegura que los adolescentes, al ser el grupo que en mayor proporción es portador de la bacteria y existe un alto riesgo de transmisión entre pares, se recomienda la administración de la vacuna a los 11 o 12 años de edad y una dosis de refuerzo a los 16 años. Actualmente, no puede ser solicitada a la EPS, sin embargo, quienes deseen aplicársela deberán asistir al centro de vacunación más cercano o consultar a su médico de cabecera para hacerlo particular. Una dosis puede costar cerca de $90.000, algunas vacunas requieren más de una aplicación.  
Recomendaciones:Para evitar infección por meningococo y otro  tipo de bacterias en el hogar, los especialistas recomiendan tener en cuenta lo siguiente:  Cubrir su nariz y boca al estornudar o toser. Lavarse frecuentemente las manos. No permitir que las personas besen a su bebé en la boca. No compartir utensilios al comer. Evite las condiciones de demasiado congestionamiento de personas.