La Feria de Cali se posicionó como uno de los eventos culturales más importantes de América Latina. Sin embargo, tiene un origen que sigue generando debate entre historiadores.

Mientras algunos la relacionan con la tragedia del 7 de agosto de 1956, otros afirman que nació impulsada por la inauguración de la Plaza de Toros en 1957.

Lo cierto es que desde entonces la ciudad transformó una celebración local en un referente mundial marcado por la música, el baile y la identidad caleña.

El nacimiento de la Feria según dos versiones

Para un grupo de historiadores, el evento encuentra sus raíces en el fatídico 7 de agosto de 1956, cuando la explosión de dos camiones del Ejército cargados con dinamita dejó más de cuatro mil víctimas en los alrededores de la antigua estación del ferrocarril.

Según esta versión, la feria habría surgido como una forma de levantar el espíritu de una ciudad golpeada por el trágico suceso.

Explosión en Cali el 7 de agosto de 1956. Siete camiones cargados con dinamita estallaron provocando la muerte de miles de personas. | Foto: El País

Sin embargo, otra historia sostiene que su creación respondió a una motivación muy distinta. De acuerdo con esta línea, el origen se ubica en 1957, cuando las familias prestantes de la época, tras la inauguración de la plaza de toros, propusieron organizar un espectáculo que movilizara a toda la ciudadanía durante las festividades decembrinas.

Fue entonces cuando el gobernador de ese momento, el capitán de corbeta Óscar Herrera Rebolledo, designó a Joaquín Paz Borrero para liderar la organización de una gran celebración pública.

Datos sobre la primera edición

En esa edición inaugural aparecieron las primeras carretas de madera empujadas por bueyes, acompañadas por las denominadas reinas de la caña, jóvenes pertenecientes a familias vinculadas a la industria azucarera.

Aquella primera feria buscaba exponer las tradiciones rurales del Valle del Cauca y convertir las fiestas navideñas en un encuentro colectivo para la ciudad.

Pese a las diferencias entre versiones, ambas historias afirman que la Feria de Cali nació en 1957. Desde entonces, se comenzó a moldear una identidad festiva propia que, con el paso de los años, incorporaría elementos que la convertirían en un referente cultural mundial.

Por otro lado, uno de los grandes hitos en esta transformación fue la llegada de la salsa como eje central del evento.

Músicos como el legendario Johnny Pacheco destacaron cómo Cali se convirtió en un epicentro para este género, que evolucionó en ritmos y formas de baile propias de la ciudad.

Con el auge musical, las emblemáticas casetas tomaron fuerza. En estos espacios, orquestas nacionales y extranjeras ampliaron el panorama sonoro y desplazaron poco a poco los tradicionales bambucos, pasillos y músicas de cuerda.