En lo corrido de este año, la autoridad ambiental de Cali, el Dagma, ha sancionado a alrededor de 200 establecimientos de comercio de la ciudad por incumplir diferentes normas que afectan el medio ambiente, entre ellas el arrojo inadecuado de residuos en el espacio público, el exceso de ruido, entre otros.

En lo que respecta a los residuos, la entidad informó que las zonas más críticas de la ciudad, donde hay más infractores, son el clúster de la salud del barrio Tequendama y los corredores gastronómicos de la Calle 9, el Parque del Perro y la Calle 44 norte.

Es común encontrar en Cali zonas atestadas de residuos sólidos. | Foto: El País

“La estrategia que implementamos es la de abrir la bolsa, revisar los residuos y, en este trabajo, terminamos identificando empaques, facturas, váuchers de los establecimientos de comercio”, explicó Willis Izquierdo, líder del grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Dagma.

Luego de esa revisión y de identificar al comercio infractor, se procede a levantar un informe técnico que es remitido al área jurídica de la entidad y que termina, como es de esperarse, en el inicio de un proceso sancionatorio para el comerciante.

“Es importante transmitirle a la comunidad que deben presentar sus residuos en las frecuencias y horarios establecidos por el operador de aseo para evitar sanciones por parte de esta autoridad ambiental. Hemos sancionado a la fecha (en general de la entidad) 200 establecimientos de comercio y las sanciones van de un salario mínimo a 4000 salarios mínimos”, añadió Izquierdo.

Este es el recaudo año a año de la entidad producto de las sanciones impuestas a infractores. | Foto: El País

El operativo más reciente, realizado en el separador de la calle 25 a la altura de la galería Santa Elena, dejó cuatro informes técnicos para el inicio de procesos sancionatorios a diferentes infractores, además del retiro de 36 toneladas de residuos que habían sido dejados en el espacio público.

Además de estos trabajos, también vienen realizando operativos la unidad que protege contra el ruido excesivo. En los últimos días se realizó una intervención en la reconocida Calle del Comercio, del barrio Marroquín, en el oriente de la ciudad.

Allí, la autoridad incautó un bafle de gran tamaño que generaba exceso de ruido para la comunidad y que, además, estaba emitiendo de forma directa en dirección a la calle.

“También estuvimos en la Comuna 5, en el barrio Guayacán, donde otro establecimiento tenía la misma costumbre de estar generando ruido con los bafles en el espacio público”, detalló Wilmar Álvarez, líder del grupo de Calidad Acústica del Dagma.

Poner amplificadores de sonido de gran capacidad y tamaño en el espacio público es una práctica sancionable por el Dagma. | Foto: El País

El funcionario agregó que los operativos pueden hacerse tanto de noche (los más comunes) como en horas diurnas. “Les hacemos la recomendación a todos, por favor, más conciencia en la época de diciembre, más cultura ambiental y el respeto para el descanso de los demás”, añadió Álvarez.