El 'boom' de las motos eléctricas: las claves de por qué son tan apetecidas

Por su ínfimo costo de rodaje, escaso mantenimiento, poco peso, pequeño tamaño, agilidad, fácil conducción y especialmente por ser 100% ecológicas, las motocicletas eléctricas se convierten en el vehículo ideal para solucionar los crecientes problemas de movilidad y contaminación que agobian a las grandes urbes del planeta.

Por esta razón, estos vehículos se convierten hoy en día en un verdadero ‘boom’ a nivel mundial, que ha hecho posible la aparición de modelos de diferentes estilos, tamaños, diseños, colores, precios y potencias, que poco a poco van desplazando a las motocicletas movidas por los contaminantes motores a gasolina.

Esta gran acogida que han tenido se aprecia de forma especial en los países asiáticos de alta congestión, como China e India, en los que las motos ocupan hoy un lugar de privilegio entre los compradores de vehículos. Algo parecido ocurre en Europa en donde las ecológicas motos ya hacen parte del paisaje urbano de las grandes ciudades. Allí su uso resulta altamente conveniente, debido a las ventajas arriba mencionadas y, especialmente, por el bajo costo por kilómetro recorrido que es hasta un 80% inferior al de una moto a gasolina.

Pese a la inicial reticencia generada por el desconocimiento de esta tecnología y a los pocos alicientes que les ofrece el gobierno nacional a los compradores de vehículos eléctricos, en general, en Colombia ya ruedan cientos de motos eléctricas.

En este sentido, conviene anotar que la ausencia de políticas ambientales destinadas a incentivar el uso de vehículos eléctricos en el país hace que las motos eléctricas resulten un poco más costosas de adquirir que las de gasolina. De hecho, tienen un mayor costo de fabricación derivado de su avanzada tecnología.

Pero hay que tener en cuenta que este mayor valor pagado por la avanzada tecnología de las motos eléctricas se compensa con creces y en poco tiempo, gracias a la economía de funcionamiento, escasa por no decir nula demanda de mantenimiento y al ahorro que se logra, tanto en dinero como en tiempo por no cambiar aceite, filtros y bujías, entre otros elementos.

De otra parte, y hablando ya de las baterías que mueven los motores de las dos ruedas eléctricas es preciso aclarar que si bien tienen una vida útil limitada que va de los 2 a los 8 años, dependiendo de diversos factores (origen, capacidad, número de celdas, material de construcción, etc.), también es cierto que su reemplazo resulta menos costoso que el cambio o reparación del motor de una moto a gasolina.

Esto debido al costo de las baterías, que se ha reducido notablemente en el último lustro y seguirá disminuyendo a medida que crezca la demanda de motocicletas impulsadas por electricidad.

Por último, hay que destacar que las baterías que alimentan los motores de las motos eléctricas modernas son fácilmente recargables en casa, utilizando un toma corriente de pared que se tarda ocho horas como máximo (carga lenta) para dejarlas 100% cargadas.

En pocas palabras es hora de cambiar el chip y contribuir con el medio ambiente, adquiriendo una motocicleta 100% eléctrica.

La autonomía de viaje de las motos eléctricas oscila entre los 40 y los 100 kilómetros de recorrido y está determinada por la capacidad de la batería y el uso del acelerador, entre otros factores.

La gran confiabilidad mecánica y el escaso mantenimiento exigido por una moto eléctrica se deben a los pocos elementos mecánicos que componen su tren motriz.

60 kilómetros por hora es la velocidad máxima promedio de una moto eléctrica de baja potencia.