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La crisis logística mundial sigue afectando el mercado de repuestos, pero se espera que la situación mejore en los próximos meses. El 75 % de los siniestros viales corresponden a reparaciones que necesitan insumos importados. | Foto: Fotos: 123 RF / El País

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Así se mueve el mercado de repuestos vehiculares en Colombia

La procedencia y calidad son aspectos que se deben tener en cuenta para comprar autopartes. Expertos recomiendan adquirir productos originales. Así se mueve este mercado.

30 de septiembre de 2022 Por: Daniel Urrea Hoyos, reportero El País

Una falla mecánica o un accidente de tránsito son situaciones que pueden llevar a sustituir alguna de las piezas de un vehículo para garantizar su óptimo funcionamiento.

Pero a la hora de reemplazarlas es importante tener en cuenta una serie de factores como su procedencia, durabilidad y calidad.

De acuerdo con Adriana Casadiego, directora de marca de Jeep y Peugeot para Colombia, comprar repuestos originales es la opción más indicada, no solo porque su proceso de adaptación es más eficiente que el de los genéricos, sino porque así se garantiza el buen funcionamiento del vehículo.

Así, aunque comprar autopartes de segunda puede ser el camino más fácil para salir de un apuro, lo cierto es que lo mejor, según los expertos, es acudir directamente a los concesionarios autorizados o comprar repuestos originales, ya que estas piezas han sido previamente avaladas por los fabricantes, cumplen con todos los estándares de ingeniería y cuentan con la garantía y el respaldo de las tiendas autorizadas para comercializarlos.

Por su parte, Ángelo Bressan, experto en autos de alta gama, destaca que en Colombia el mercado de repuestos es muy versátil, pues existen piezas homologadas u originales, pero también de alto performance o modificadas que mejoran las prestaciones del vehículo o determinado requerimiento. Por eso, comprar repuestos originales es la mejor opción, si de cuidar el carro se trata.

Las de mayor demanda en el país son aquellas que tienen que ver con los filtros, aceites, empaquetaduras básicas, suspensiones y frenos. “Son las más buscadas, porque suelen desgastarse más rápido o necesitan de un cambio periódico”, acota el experto.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el precio de los repuestos puede variar dependiendo de la marca y antigüedad del vehículo, el tipo de pieza y el nivel de dificultad que exista para conseguirla, pues para carros clásicos o de referencias únicas en el país, la oferta es más reducida.

Lo contrario ocurre en modelos de carros comerciales, pues en estos casos las piezas suelen conseguirse de manera más ágil y sencilla. De ahí que la recomendación de Bressan sea no comprar marcas ajenas a la del vehículo o de dudosa procedencia, pues puede afectar su mecánica y provocar daños más grandes, lo que a la larga no es una buena inversión.
Por fortuna, “hoy en día las piezas se pueden importar directamente, sin necesidad de acudir a los talleres directos de la marca, pues a través de páginas seguras en internet o ‘dillers’ se pueden conseguir a precios más económicos”, concluye Bressan.

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Los males que afectan el mercado

De acuerdo con el Centro de Experimentación y Seguridad Vial, Cesvi, debido a la crisis logística mundial, el mercado de repuestos redujo sus inventarios en Colombia hasta en un 35%, lo que significa un repunte en los servicios de reparación y restauración.

Algunos de los importadores de repuestos como Mazda, Sofasa y Toyota presentan una disminución en sus inventarios de entre el 15% y 35%, siendo estos los fabricantes que mayor escasez presentan y los más demandados por daños causados en colisiones.

Juan Carlos Ovalle, director de Investigación de Cesvi Colombia, explica que con la ruptura en la cadena de suministro, el impacto ha sido elevado, porque existe desabastecimiento de repuestos, además de la dificultad de transportarlos. Desde el mundo de la colisión hay dificultad para conseguir autopartes con componentes eléctricos como unidades calculadoras, radios y farolas, entre otros dispositivos electrónicos.

También faltan piezas estructurales y amovibles de la carrocería (capó, guardafangos, marcos laterales, puertas), algunas plásticas como paragolpes y otras para embellecer el interior. A esto se le suma la dificultad para encontrar piezas de la suspensión.

Por otro lado, Ángelo Bressan subraya que otro mal que aqueja este sector, es el mercado negro de autopartes, que por lo regular se mueve por medio del hurto y la delincuencia. Los repuestos que más se roban suelen ser los espejos retrovisores, tapas, llantas y rines, boceles, emblemas y computadoras.

“Este tipo de accesorios o piezas son comúnmente hurtados en líneas comerciales y carros con versión de servicio público, que en muchos casos son robados por completo para así ofrecer un portafolio amplio de autopiezas para un solo modelo de vehículo”, puntualiza el experto.
Además, afirma que las marcas más susceptibles a estas situaciones son el Kia Picanto o el Sportage, La Chevrolet Tracker o Alaska, la Renault Duster y demás vehículos de servicio especial o público.

En las motos

El coordinador nacional de Repuestos de AKT Motos-Corbeta, Adalberto Narváez Morales, señala que los repuestos que se mueven en el mercado de motocicletas son específicamente los preventivos y correctivos.

Los primeros hacen referencia a los cambios de autopartes que se puedan realizar mientras el vehículo está en garantía, como lo son los kits de arrastre, bandas, guayas y bujías. Mientras tanto, los repuestos correctivos o de reparación son aquellos productos que se utilizan cuando la moto está por finalizar su vida útil. En ese sentido, las piezas más solicitadas son los cilindros, pistones, anillos y bielas.

En este mercado, los repuestos más difíciles de conseguir son los de las nuevas referencias de motocicletas, pues una vez arriban al país se hacen una serie de pruebas para verificar qué tipo de piezas son las que necesita y se adecúan a su composición mecánica.

Narváez también comenta que otros repuestos difíciles de adquirir, son los de las motos con más de 10 años. De hecho, según la ley, las ensambladoras no tienen el compromiso de tener disponibilidad para estos vehículos y, por ende, la dificultad para adquirirlos se intensifica. Es en estos casos cuando el mercado negro gana espacio y la gente acude a ellos.

“Es claro que el mercado negro cada vez toma más fuerza, debido a la gran demanda del producto y se aprovechan de esto para ofrecerlos a precios más bajos y competir deslealmente. Lo que se hace desde las diferentes marcas es trabajar en conjunto con los fabricantes de repuestos en China e India para evitar esta distribución se haga a cualquier cliente”, asevera el coordinador.

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