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¿Qué tantos estragos puede causar El Niño en el Valle del Cauca?

Hay 85 % de probabilidad de que el Niño se presente en agosto o a finales de septiembre. ¿Cómo están las reservas de energía?

13 de julio de 2014 Por: Redacción de El País

Hay 85 % de probabilidad de que el Niño se presente en agosto o a finales de septiembre. ¿Cómo están las reservas de energía?

Es casi un hecho que Colombia padecerá el Fenómeno de El Niño. Aunque las condiciones actuales en el Océano Pacífico están neutrales (es decir, normales) la tendencia es que empiecen a darse las circunstancias —que se calienten las aguas— para que se inicie el fenómeno en agosto o septiembre. “La probabilidad de que se presente el Fenómeno de El Niño es bastante alta. Tenemos un 85 % de posibilidades. Su fase inicial se desarrollaría entre agosto y septiembre y la madurez del fenómeno se producirá a final de año. El Niño se sentirá en el país sobre todo en diciembre y el primer trimestre de 2015, que será seco”, advierte Harold González, coordinador de la Red Hidroclimatológica de la CVC. El Niño es un fenómeno climático que no solo se da en Colombia, sino a nivel mundial, aunque el impacto es muy diferente según los países. En Chile, Perú y Ecuador, por ejemplo, incrementa las lluvias y genera inundaciones. En Colombia, en la zona Andina y en la región Caribe del país sobre todo, merman ostensiblemente las lluvias, lo que genera impactos en el sector agropecuario (se reduce la oferta de alimentos, que a su vez suben de precio) además de posibles racionamientos de agua y energía. ¿Existe el riesgo de un apagón en el Valle debido a este fenómeno? En el corto plazo, por lo menos durante 2014, todo parece indicar que no. “Yo no considero que se vaya a dar un apagón debido al Fenómeno de El Niño. Todavía, de hecho, no hay Niño y eso hay que tenerlo claro. Además, en el Valle el embalse de Salvajina registra alrededor del 96 % de su volumen total. Es decir, que estamos bien preparados no solo para suministrar el servicio de energía, sino también el abastecimiento de agua, sobre todo en Cali, que se hace en gran parte del río Cauca. Salvajina es el embalse que nos regula el caudal del Cauca, por lo tanto, con ese 96 % de reserva, vamos a tener un ‘colchón’ grande para soportar el fenómeno”, agrega Harold González, de la CVC. Algo similar piensa Luis Alejandro Camargo, presidente de MX, compañía proveedora de información y análisis del sector energético en Colombia. “En este momento no hay riesgo de apagón. La situación se puede volver crítica dependiendo de lo que dure el Niño y qué tan seco sea, lo cuál aún no se puede determinar. Son dos variables muy importantes: la duración del fenómeno o lo profundo que sea, qué tanto nos reduce las lluvias en el país. Sin embargo, hoy los embalses se han recuperado. En junio llovió lo que debía llover, lo que permitió que aumentaran su nivel. En 2015 los riesgos de racionamiento energético dependerán de cómo evolucione el Niño. Pero por ahora no vemos una señal de preocupación para el país”.Según Cristian Uzcátegui, jefe de pronósticos del Ideam, los niveles de lluvia en Colombia durante 2014 han estado muy cercanos a lo normal y en algunos casos ligeramente por debajo, “hablando en términos generales”. Esto es lo que ha permitido que los embalses hayan recuperado su nivel, un hecho que también alivia el bolsillo de algunos colombianos. Los precios en bolsa de la energía, que se elevaron tras la alerta del Fenómeno de El Niño, se han ido normalizando. Y el país, de otro lado, ha empezado a tomar medidas para enfrentarse al fenómeno a largo plazo. En caso de que el Niño sea demasiado intenso, las reservas permitirían soportar una posible sequía hasta abril de 2015, si en noviembre de este año los embalses continúan con los niveles actuales y se garantiza una óptima generación de energía térmica para no tener que utilizar el agua de los embalses. Es por ello que el gobierno suspendió la exportación de gas a Venezuela como medida de prevención y se cuenta además con plantas de carbón como respaldo y plantas de combustibles líquidos (diesel y otros combustibles) que pueden ser usadas en situaciones críticas que por ahora, no se preven. “En este momento no estamos requiriendo estas plantas pero se podrían necesitar para el segundo semestre del próximo año dependiendo de la intensidad del Niño”, opina Luis Alejandro Camargo, de MX. En el caso específico de Cali y el Valle el suministro de energía está garantizado. Epsa, por ejemplo, que tiene alrededor de 550.000 clientes en el departamento, registra en todos sus embalses un nivel del 70 % en promedio. El gerente de energía de Emcali, Andrés Felipe Jaramillo, comenta por su parte que la compañía —que no genera energía pero sí la compra- tiene contratos para asegurar el suministro hasta 2017, además de la compra de energía en bolsa. “El abastecimiento de energía es un asunto nacional, no local y departamental. Y el sistema energético del país está garantizando que va a haber un suministro seguro cuando se presente el Fenómeno de El Niño. No existe ningún riesgo de desabastecimiento, ni siquiera remoto”. En todo caso, aunque el suministro de energía está por lo pronto garantizado, algunos colombianos tendrán que pagar más por la luz. Cada empresa distribuidora y comercializadora de energía tiene contratos de suministro a largo plazo. En la medida en que la empresa haya hecho los contratos oportunamente, es decir en época de precios bajos, dicha tarifa se mantendrá pese al Fenómeno de El Niño. Los usuarios que se afectarán son los clientes de empresas que compran energía en bolsa, cuyo precio es muy volátil y en tiempos de fenómenos como el de El Niño aumenta. Es el caso de algunos clientes de Emcali y otras compañías, aunque los incrementos se diferirán a dos años para no impactar el bolsillo de los usuarios. En promedio, entre el 10 % y el 15 % de la energía en Colombia se compra en bolsa, que es la energía que no se alcanza a comprar a largo plazo. Emcali, sin embargo, tiene a futuro un proyecto ambicioso: empezar a generar energía. “La idea es tener un portafolio de generación de energía: un porcentaje de energía hidráulica, otro porcentaje de energía alternas, en especial energía solar. El proyecto está pensado a por lo menos cinco años y su desarrollo será gradual”, explicó el gerente de energía Andrés Felipe Jaramillo. ¿Y el agua está garantizada? Otro tema que inquieta en la ciudad es el suministro del agua en tiempos de fenómeno de El Niño. En Cali, asegura el gerente de acueducto de Emcali, Hernán Bucheli, el riesgo de racionamiento de agua, como el energético, igualmente es bastante remoto. La ciudad, explica, cuenta con dos redes para el suministro de agua. La alta, que se abastece de los ríos Cali, Meléndez y Pance, y la red baja, que toma el líquido del río Cauca y le suministra agua al 75 % de la ciudad. Con el fenómeno de El Niño, los ríos que más se afectan son el Cali y el Meléndez, pues sus caudales son menores al del Cauca que, a pesar de que baje debido a la falta de lluvias, su caudal, regulado por el embalse de Salvajina, es suficiente para garantizar el suministro de agua en la ciudad. Entonces, en caso de que el Fenómeno de El Niño genere un desabastecimiento parcial de la red alta, la red baja suministraría el agua para garantizar el servicio en la ladera y otras zonas de la ciudad. Ambas redes están conectadas. “Es probable que en determinado momento se puedan presentar algunas deficiencias de presión del agua en algunos sectores en caso de tomar esta medida, pero no habría un racionamiento como tal. Sin embargo, es importante que la ciudad sea consciente del Fenómeno de El Niño y haga un uso racional del agua. Es un deber del ciudadano”, comenta el ingeniero Bucheli. Pero el Fenómeno de El Niño no es la única amenaza de la red alta. El río Meléndez ha disminuido su caudal y de ahí que la CVC está adelantando un estudio para construir un embalse en la zona de cabecera para regular y mejorar el caudal de la cuenca.Igualmente, otra de las amenazas de la red alta —sobre todo con el río Meléndez— es que hay personas que están conectadas de manera fraudulenta, lo que ha generado una descompensación de la red. Es agua, dice el ingeniero Bucheli, que no se está usando de manera racional. Algunos habitantes, ha denunciado la comunidad, tienen piscinas que llenan con el agua de la red cada 15 días, por ejemplo, y de seguir la situación en días de pocas lluvias evidentemente podría poner en riesgo el suministro permanente del líquido a los cerca de 70.000 usuarios de la red alta. Emcali anunció que está adelantando operativos para normalizar la situación.

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