Más de 19.000 turistas llegaron a Buenaventura este puente festivo para ver las ballenas. Aún tiene tiempo para ir

Un total de 70.000 personas se espera recibir en Buenaventura hasta octubre próximo, cuando termine oficialmente la temporada de avistamiento de las yubartas en el Pacífico colombiano.

De hecho, solamente durante el puente festivo que concluyó este lunes 18 de agosto, se estima que el terminal portuario del municipio vallecaucano registró un flujo aproximado de 19.727 visitantes.

De ese total, un 65 % eligió Buenaventura, con el propósito de realizar la actividad de avistamiento de ballenas, y el 98,1 % manifestó un nivel de satisfacción positivo con la experiencia vivida, según las estadísticas recopiladas por la Secretaría de Turismo del Municipio.

Según esas mismas cifras, el 45 % de los turistas ya había estado en el puerto vallecaucano previamente, “lo cual refleja que quienes nos visitan por primera vez encuentran motivos para regresar” y el 32,9 % llegó a edsa localidad por primera vez, “motivados principalmente por las recomendaciones recibidas de otros visitantes y medios de promoción”.

De acuerdo con la titular de esa dependencia, Dayana Conrado, la alta afluencia de personas se debe a que las entidades encargadas de coordinar el avistamiento de las ballenas toman medidas para protegerlas a ellas y a sus crías, las autoridades locales y regionales han organizado toda una logística encaminada a garantizar también la seguridad de quienes van a apreciar ese hermoso espectáculo natural.

“Se ha implementado un sólido esquema de seguridad para esta temporada”, que incluye el reforzamiento de la vigilancia con planes de seguridad vacacional, que abarcan presencia de personal de la Fuerza Pública, explicó la funcionaria.

De igual forma, indica que la “Armada Nacional patrulla activamente las aguas del Pacífico para garantizar un entorno seguro y regulado, con apoyo permanente de la Secretaría de Turismo del Distrito y solo pueden operar embarcaciones con autorización vigente emitida por la Dirección General Marítima, Dimar, en cumplimiento de los controles presentados”.

Precisamente, César Humberto Grisales López, capitán del puerto de Buenaventura, le aseguró a El País que “se verifica in situ que todas las embarcaciones cuenten con los permisos correspondientes, que sus capitanes tengan al día sus licencias de navegación y cuenten con los equipos mínimos de seguridad, entre ellos los salvavidas, los equipos de comunicaciones, los botiquines y los extintores”.

Además, antes del inicio de la temporada realizan preinspecciones a las empresas de transporte de pasajeros para verificar que las lanchas cuenten con todos los elementos legales y de seguridad para operar en Buenaventura y hacen un proceso de sensibilización con los prestadores de servicios turísticos.

De igual forma, el capitán Grisales asegura que “está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas durante la navegación y antes de zarpar, los operadores deben consultar el pronóstico meteomarino que publicamos diariamente en la página del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico, Cccp.

Cómo ir desde Cali

Los precios para ir a apreciar las jorobadas varían de acuerdo con la modalidad: un solo tour desde Buenaventura puede costar desde $ 250.000 en adelante por persona, según el punto de partida y la duración.

Para quienes buscan una experiencia integral desde Cali o Bogotá (con transporte, alojamiento, alimentación, guía y seguro), los paquetes oscilan entre $ 1.050.000 y $ 1.379.000 por persona, dependiendo de la agencia y la duración del viaje.

Ahora bien, la mayoría de los tours básicos son de medio día o jornada completa, con el avistamiento propiamente dicho durando entre 15 y 35 minutos.

No obstante, para quienes desean una experiencia más completa —incluyendo senderismo, charlas educativas, exploración de playas, ríos y ecosistemas cercanos—, se sugieren dos a cuatro días, de acuerdo con el plan y la agencia elegida.

En cuanto al vestuario, se recomienda usar ropa cómoda de secado rápido, zapatos antideslizantes, gorra, bloqueador solar. También, llevar agua, binoculares y proteger dispositivos como cámaras o celulares. No está de más llevar repelente y antihistamínicos y tener siempre puesto el chaleco salvavidas.

El punto de partida para este viaje inolvidable es el muelle turístico de Buenaventura. Desde allí, operadores locales, muchos de ellos miembros de comunidades organizadas, embarcan a los visitantes rumbo a Juanchaco, Ladrilleros, La Barra y La Plata, territorios ubicados en el Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, donde ellas, las yubartas, saltan y cantan mientras las Dayanas de hoy siguen interpretando para los turistas los ritos que suceden en la sala cuna más grande del mundo.