Valle espera tener 10 mil camas de hospitalización antes de acabar cuarentena, ¿cómo va esa carrera?

Una carrera contrarreloj se libra en la red de salud de Cali y el Valle del Cauca por estos días. El trote se vive en los despachos de las secretarias de Salud, quienes buscan hacerse con recursos para asegurar la operación de más camas para cuando la marea esté más alta; en las oficinas de gerentes de hospitales y Empresas Sociales del Estado que excavan entre listados de proveedores para comprar equipos que hoy son codiciados por todos.

Entre tanto, en los laboratorios buscan la forma de depurar cuanto antes la mayor cantidad de pruebas de Covid-19 para seguirle la pista a la enfermedad; mientras que en los hospitales y clínicas los especialistas batallan por robarle vidas a la muerte.

Últimamente, como quizá nunca antes, es importante el tiempo. Por eso, la ampliación de la cuarentena hasta el 27 de abril, lo que hace es comprar esos días que necesita el sistema de salud para terminar de acomodarse antes que la famosa curva de contagios llegue a su pico más alto, algo que según la advertencia de expertos y autoridades, podría producirse al finalizar este mes o en el principio de mayo.

Según explicó el ministro de Salud, Fernando Ruiz, los catorce días adicionales de aislamiento que viviremos los colombianos servirán para hacer mayor seguimiento al comportamiento de la epidemia y revisar el impacto de las medidas de mitigación que se han implementado en el país durante el último mes y medio.

“Esto también nos otorga mayor tiempo para un alistamiento que se requiere desde los servicios de salud, en todo lo que significa disposición de pruebas, materiales de dotación, equipamiento, y tener un horizonte mucho más claro de lo que podríamos apropiar para tener a nuestros médicos, enfermeras y profesionales de la salud con las mejores condiciones de trabajo para atender a la población colombiana”, aseguró el Ministro de Salud, quien agregó que durante la cuarentena también se espera que las EPS e IPS ajusten sus programas de prevención, atención domiciliaria y cuidados ambulatorios, al igual que servicios de telemedicina.

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En ese sentido, autoridades del gremio en Cali y el Valle coinciden en que estos días adicionales de distanciamiento servirán para concretar la llegada de nuevos equipos de asistencia respiratoria, terminar el programa de ampliación de capacidad hospitalaria y adaptar espacios para los pacientes que puedan requerir servicios de hospitalización o de cuidado intensivo.

Actualmente, en el departamento hay cerca de 5000 camas en toda la red de salud. No obstante, las proyecciones apuntan a que el pico de casos de Covid-19 que se presente en el Valle del Cauca sería atendido con 3500 camas más de hospitalización y otras 1800 en unidades de cuidados intensivos, lo que elevaría a un poco más de 10.000 los espacios clínicos para pacientes.

María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle del Cauca, explicó que esas cifras corresponden al plan de contingencia que está ejecutándose actualmente, con el que se han habilitado nuevas zonas de atención y se están potenciando otras tantas que ya existían en los centros de salud.

La funcionaria explicó que estos días adicionales de cuarentena serán estratégicos para la importación de equipos como ventiladores mecánicos, monitores, camas y demás recursos necesarios para terminar de adecuar las unidades de cuidados intensivos que se logren adaptar.

En principio, el departamento cuenta con $80.000 millones para la adquisición de los equipos, material de protección para el personal médico y demás bienes necesarios para la atención de la emergencia sanitaria. Sin embargo, Lesmes precisó que está a la espera de recursos adicionales por parte del Ministerio de Salud y que otra parte de la atención se financiaría con la venta de servicios médicos.

Autoridades sanitarias ya tienen avanzadas las conver- saciones con hoteles de la ciudad para habilitar sus camas como zonas de atención de pacientes, en caso de ser necesario.

“De lo que ha dicho el Gobierno Nacional que se importará (2100 ventiladores mecánicos) y los recursos que se dispondrán para atender la pandemia queremos el 15 %, que corresponde al porcentaje de población que tiene el Valle del Cauca”, expresó la titular de Salud Departamental, quien precisó que, hasta el momento, para las 1800 camas de cuidado intensivo que se esperan adaptar para atender el pico de casos de Covid-19, solo se cuenta con 340 equipos de ventilación mecánica.

La funcionaria añadió que en esta contingencia médica son Cali, Cartago, Tuluá, Buga, Palmira y Buenaventura los municipios llamados a reforzar su red hospitalaria.

Precisamente, en Cali continúan dándose puntadas para alistar los hospitales y clínicas públicos y privados que se encargarán de recibir los pacientes que presenten complicaciones.

Las proyecciones de la Secretaría de Salud Municipal son más o menos así: en la red pública hay 1359 camas para hospitalización, mientras que en la red privada se puede llegar a 500 adicionales a las que ya están dispuestas y se estima que las camas en las UCI superen las 800.

A esto hay que sumar dos cartas: las clínicas de Saludcoop de Champagnat y la de la Avenida 3N, las cuales estaban en manos de la Superintendencia de Salud pero ante esta emergencia sanitaria fueron entregadas al Municipio y al Departamento, respectivamente, para que sean operadas durante la contingencia.

En la clínica de Saludcoop de la Avenida 3N, que será administrada por el Hospital Universitario del Valle y empezará a funcionar en quince días, habrá 325 camas de cuidado crítico, observación para urgencias y hospitalización, así como una sala de cirugía.

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“Ojalá que no sean muchas las personas que tengamos que atender, pero sí estamos preparados para atender a la población del Valle del Cauca”, dijo la gobernadora, Clara Luz Roldán, quien señaló que como contingencia adicional se tienen más de 900 camas para aislamiento, que están disponibles en el hotel Spiwak, en caso de requerirlo.

De otra parte, en la sede de Saludcoop en Champagnat, que se espera sea habilitada en próximos días por la ESE Oriente, habría 90 camas de cuidado intensivo para reforzar la capacidad hospitalaria de la ciudad.

“Estamos ahora en la consecución de los equipos, que es donde tenemos el principal problema porque, si bien hay los recursos para comprarlos, la demanda a nivel mundial es tan alta que, por ejemplo, los respiradores no se consiguen”, aseguró Javier Arévalo, gerente de la ESE Oriente.

El funcionario indicó que en su circuito de instituciones a cargo hay disposición de 183 camas de hospitalización, que se distribuyen entre el hospital Carlos Holmes Trujillo y centros de salud como Desepaz, Potrerogrande, Marroquín Cauquita y El Vallado.

Por su parte, Sandra Velásquez, gerente del Hospital Isaías Duarte Cancino, indicó que en esa casa de salud hay preparada una sala con capacidad para 45 pacientes de Covid-19 completamente aislada, además de 28 camas dotadas con ventiladores mecánicos. Asimismo, se adecuó un área de expansión con capacidad de 140 camas para casos positivos de la enfermedad y 40 más, para otras patologías.

Pero, más allá de la carrera contra el tiempo que se libra en la red de salud para ampliar la capacidad hospitalaria, nada será suficiente si usted, apreciado lector, no se queda en casa.

En el departamento ya hay cuatro laboratorios certificados para realizar las pruebas que confirman y descartan los casos de Covid-19, lo que ayuda a recortar los tiempos de entrega de los resultados a los pacientes y, de paso, genera más certezas sobre el comportamiento de la enfermedad en los 42 municipios del Valle.

Se trata del Laboratorio de Salud Pública Departamental, el del Centro Médico Imbanaco, el de la Fundación Valle del Lili y el de la Universidad del Valle.

Al día, en estas instituciones se analizan alrededor de 350 pruebas. En sí, según se explicó desde la Secretaría de Salud del Valle, los resultados de las pruebas de Covid-19 se entregan en un plazo máximo de 12 horas.

“Esto quita una carga a la Nación, pues las pruebas ya no deben enviarse a Bogotá; agilizamos el proceso y las personas van a estar más tranquilas por recibir sus resultados. Vale la pena aclarar que una prueba negativa no es un permiso para acabar la cuarentena, ni para terminar el aislamiento en quienes tienen sospecha grande por haber tenido contacto estrecho con un paciente”, dijo la titular de Salud del Valle, María Cristina Lesmes.

Se espera que a estas labores se sumen otros tres laboratorios, entre ellos uno en el HUV.