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En cada uno de los 13 templos de la Ciudad Blanca se exhibieron diferentes pasos. En San Francisco los feligreses veneraron La Cruz a cuestas y El Calvario. | Foto: Foto: Jorge Orozco - El País

IGLESIA CATÓLICA

Covid-19 no apagó la fe: así se vivió la Semana Santa en el Valle

Sin procesiones y con tiquetes para controlar el aforo en los templos, así vivieron Cali, Buga y Popayán las celebraciones que este domingo culminan con la Pascua.

4 de abril de 2021 Por: María Teresa Arboleda - redactora de El País

Por segundo año consecutivo, las alpargatas, el túnico y el capirote (gorro en forma de cono) que usan los cargueros en las procesiones de Semana Santa tuvieron que seguir guardados en el armario.

Pero al igual que en 2020, la pandemia no debilitó la fe de los católicos, que justo hace una semana, en el Domingo de Ramos, aclamaron al Mesías como lo hicieron en Jerusalén con ramas de olivo cuando entró a la ciudad sentado sobre un pollino (asno).

Este domingo en las iglesias todo vuelve a ser júbilo, al conmemorar la Resurrección de Cristo en las eucaristías que se están realizando en diferentes horarios y con controles de bioseguridad por el covid-19.

El País recorrió algunos de los 182 templos de la Arquidiócesis de Cali, a la que pertenecen Yumbo, La Cumbre, Dagua y Jamundí, donde los fieles estuvieron muy unidos en oración, pero a la vez distanciados para evitar riesgos.

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Aunque son lugares muy seguros, el padre Jorge Luis Mendoza, vicario parroquial de El Templete, señaló que “a las iglesias parece que las vieran como un foco de contagio, pero no es así; contamos con logística para hacer que el que llegue se ajuste a los protocolos”. Fue por ello que el aforo se controló con la entrega de tiquetes.

En otras parroquias, como la de Cristo del Consuelo en la Comuna 10, instalaron pantallas y sonidos fuera de los templos.

Sin las procesiones que por seis décadas han recorrido las calles de Colseguros, en el Perpetuo Socorro organizaron una exposición de los pasos. Uno de ellos fue la imagen de San Pedro junto al gallo que cantó tres veces mientras el apóstol, por temor, negó que conocía a Jesús.

Entretanto, en la Catedral de San Pedro Apóstol, donde otros años se agolpan 1500 personas, esta vez el aforo fue de 120. Para los parientes que residieran en una misma casa, se dispusieron bancas familiares y las demás se demarcaron para conservar el distanciamiento. En este icónico templo la Solemne Eucaristía de la Cena del Señor fue presidida por el arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, el Jueves Santo.

Buga y otros municipios

Bajo la lluvia estuvo la Ciudad Señora el Jueves Santo, mientras los fieles alistaban sus velas para que los sacerdotes las pusieran en las imágenes, ya que este año no se permitió la visita a los monumentos. Tampoco hubo lavatorio de los pies en ninguna de las iglesias de la Diócesis de Buga, a la que pertenecen nueve municipios, entre ellos Sevilla, Tuluá, Riofrío y Bugalagrande.

Ese día en la Basílica del Señor de los Milagros se dedicaron siete eucaristías para orar por los enfermos, especialmente por los aquejados con covid.

Algunos peregrinos se extrañaron porque en la Comunión no recibieron la hostia en su boca, sino en la mano, para evitar riesgo de contagio.

El Viernes Santo se vivió con gran fervor en las parroquias rurales y urbanas de la Diócesis, con actos como el Viacrucis y el Sermón de las 7 Palabras. Y anoche se realizó la Vigilia Pascual, de gran relevancia porque festeja la resurrección del Señor. Hoy continúan la celebración de la Pascua, a las que también se puede acceder por Facebook: Diócesisdebuga o en el canal de YouTube con el mismo nombre. A las de la Basílica, se ingresa por la página www.milagrosodebuga.com

En la Ciudad Blanca

Desde París, el médico Juan Manuel Rodríguez Pouget le dijo a El País que “nadie se imagina la nostalgia que se siente al no poder estar en la fiesta más importante y antigua de mi ciudad, como es la Semana Santa”. Sagradamente, este epidemiólogo suele volar desde cualquier lugar del mundo para participar como carguero en la Procesión de Nuestro Señor Resucitado del Sábado Santo, en una devoción que inició en 1994.

La comunidad de Popayán, además de escuchar la prédica de la última reunión de Jesús con sus discípulos para compartir el pan y el vino (Última Cena), y demás actos religiosos, también peregrinó por los 13 templos de la ciudad. Entre las 9 de la mañana y las 9:00 de la noche los creyentes apreciaron los pasos que prepararon las parroquias.

Aunque ya van dos Semanas Santas sin sacerdotes, religiosas, cargueros, sahumadoras, alumbristas y comunidad recorriendo las calles, el fervor en la región continúa intacto. También la fe en que Jesús de Nazaret libre a la Tierra del mortal coronavirus.

El Santo Sepulcro, en el cementerio

Famoso por sus procesiones que datan de la época de la Colonia, Guacarí veneró el Santo Sepulcro en el cementerio de este municipio.

Allí estuvo expuesto el Viernes Santo de 5:00 a 9:00 p.m. para celebrar la Pasión del Señor, mientras los fieles encendían cirios y antorchas.

El presbítero de la parroquia San Juan Bautista, Álvaro Hernández Ríos, explicó que el traslado a este campo santo se debió a que “el lugar es amplio, de acogida y facilitaba el distanciamiento físico”.

Una mirada al patrimonio de Popayán

Este año, la Junta Pro Semana Santa de Popayán realizó una serie de conversatorios virtuales, sostuvo Guillermo Ospina López, presidente de dicha Junta. Algunas de las temáticas fueron ‘El patrimonio arquitectónico y las procesiones’; ‘Presencia femenina en las procesiones de Semana Santa en Popayán’; ‘El que no arma no carga’ y ‘Las procesiones y la pandemia’.

Estas se pueden apreciar en www.juntaprosemanasantapopayan.org

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