Buenaventura será un Puerto con más ‘pinta’ internacional

La llegada de inversionistas árabes ha causado temores, pero también una serie de oportunidades en el Pacífico. Una terminal que busca consolidarse.

La ratificación de que inversionistas árabes serán accionistas de la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, Sprbun, aún causa controversia en el Puerto. Este ha sido el tema que ha ocupado a los bonaverenses en los últimos días, algunos lo ven con el temor de que un día los extranjeros sean los que exploten la actividad portuaria, pero otros creen que es la oportunidad para cambiar la historia.Hasta ahora Dubai Ports Authority, DPA, uno de los mayores operadores marítimos en el mundo ha negociado, a través de una banca de inversión, alrededor del 19 % de las acciones de la Sprbun, pero aspira a llegar al 23 %. La negociación sigue abierta hasta el 30 de julio.“La llegada de los árabes es algo muy positivo, pues ratifica la importancia que tiene el Puerto de Buenaventura. La DPA es uno de los grandes jugadores mundiales y por ende la terminal va a tener mayor productividad y más rendimiento”, afirma Alexánder Micolta, presidente de la Cámara de Comercio de Buenaventura, quien no vacila en calificar que con esta inversión la historia del puerto se divide en dos.José Pablo Castillo, quién lideró por muchos años el proyecto de Aguadulce, otro puerto que se construye en Buenaventura con inversión de filipinos, considera que una vez se concrete el negocio de los árabes, se abrirá una puerta de oportunidades para Buenaventura, no sólo en el sector marítimo, sino en el campo de la logística. “Este es el jugador número uno en el mundo y si ellos fueron capaces de venir y encontrar oportunidades en el Pacífico, esperamos que otros hagan lo mismo y muchas inversiones en logística se materialicen”, afirma.Transferencia de tecnologíaÓscar Izasa, presidente del Grupo Empresarial del Pacífico, Gepsa, quien vendió sus acciones en la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, afirma que uno de los impactos que se pueden esperar en el corto y mediano plazos de la nueva inversión es que haya una transferencia de tecnología que mejore aún más la competitividad del Puerto. “La experiencia nuestra en la Terminal de Contenedores de Buenaventura, Tcbuen, que tiene como socio a la Terminal de Barcelona ha sido, entre otras, la transferencia de tecnología. Hoy Tcbuen es el puerto de mayores rendimientos operativos en Colombia y maneja casi el 50 % de los contenedores de Sprbun con la mitad del equipo”, afirma Isaza.Agrega que no se les debe tener miedo a los nuevos inversionistas y que es bienvenido el músculo financiero que tiene Dubai Ports Authority. “Esto es la entrada para más inversiones que podrían hacer los fondos de inversión que tiene Dubai en sectores como petroquímica, logística y distribución física de carga, esto alimentará otras oportunidades de negocio para Buenaventura”, dice.¿Qué traen los árabes?De la compañía DPA se conoce que opera 65 terminales marítimos en seis continentes. Su principal negocio es el movimiento de contenedores, del cual depende el 80 % de sus ingresos. Cuenta con 28.000 empleados en todos sus puertos. El de Jebel Alí, en Dubai, su puerto insignia, movió el año pasado 13,3 millones de contenedores.Se dice en Buenaventura que al sultán Ahmed Bin Sulayem, presidente de Dubai Ports Authority, le impactó el crecimiento del puerto de Buenaventura y su posición estratégica. De hecho la empresa envió observadores a mirar la operación portuaria antes de concretar la negociación.Se espera que traigan toda esa experiencia en el manejo de contenedores para potencializar la actividad de la Terminal de Contenedores, Tecsa, cuyas acciones también hacen parte del paquete accionario vendido.“Esa terminal tiene un gran futuro, pero no teníamos un experto que lo manejara, con la llegada de los árabes esto se va a disparar, tienen mucha experiencia y tecnología”, dijo otro de los socios de la Sprbun quien se reservó su nombre por las claúsulas que debe seguir según el Código de Ética que se aplica en la Junta Directiva.El año pasado por el nodo portuario de Buenaventura, conformado hoy por cuatro sociedades portuarias (Sprbun, Tcbuen, Cemas y Grupo Portuario) se movieron más de 14,4 millones de toneladas de carga de comercio exterior.La prosperidad del nodo portuario estaría atrayendo más inversionistas extranjeros para los proyectos que están en marcha como los del Delta del Río Dagua y otro en Punta Soldado. Capitales japoneses podrían estar llegando para una refinería de petróleo que se construiría en cercanías del puerto de Aguadulce.Un puerto diferenteEl terminal marítimo al que llegarán los árabes es un puerto muy diferente al que hace más de 15 años el Estado colombiano entregó al sector privado en concesión.Una diferencia que se ha hecho más notoria en los últimos cinco años. “Se dragó el canal de acceso a las profundidades de 13,50 metros, igualmente las dársenas de maniobra, pasando de 240 metros que teníamos hasta 2008 a 400 metros y esperando llegar a 450 metros, antes de terminar el año”, cuenta Domingo Chinea, gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, quien destaca que esos cambios permiten recibir barcos de más de 335 metros de eslora (largo) con capacidades de más de 8500 contenedores.“El puerto es muy atractivo porque pasó de contar con dos grúas a tener hoy seis, incluidas dos post panamax, únicas en las costas de Suramérica que nos permiten tener más de 10 millones de toneladas de productividad”, afirma Chinea quien señala que la inversión que llega a Buenaventura es de talla mundial, siendo una de las operaciones de compra venta de acciones más grande de los últimos años en Colombia. “Ha sido una operación multimillonaria, según hemos podido conocer”, asegura. Además los árabes llegan a la empresa que maneja más del 75 % de la carga de comercio exterior que se mueve por Buenaventura y que dada las expectativas de crecimiento mundial continuará creciendo, no solo atendiendo el mercado interno, sino y el más importante, según especialistas como José Pablo Castillo, puede convertirlo en un puerto de transferencia de mercancías en el Pacífico americano.