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Andrés Felipe Ramírez, candidato del partido Alianza Verde a la Alcaldía de Jamundí. | Foto: Especial para El País

JAMUNDÍ

Alcalde de Jamundí se destaca por manejo de la crisis pese a obstáculos para gobernar

Andrés Felipe Ramírez, alcalde de Jamundí, cuenta cuáles son las acciones con las que buscan evitar la propagación del coronavirus en el municipio y habla de los obstáculos que enfrenta.

30 de marzo de 2020 Por: Olga Lucía Criollo - editora de Poder

Andrés Felipe Ramírez, el alcalde de Jamundí, se ha puesto la camiseta y las botas para liderar en su municipio las estrategias que le hacen frente a la emergencia causada por el coronavirus, y ahora es uno de los mandatarios locales que más destaca por el manejo de la crisis.

Medidas como el pico y cédula para abastecerse de alimentos o el impuesto social son algunas de las iniciativas exitosas.
Sin embargo, dice que le están poniendo obstáculos para gobernar.


“Hemos hecho todos los esfuerzos por mejorar situaciones complejas de Jamundí, hay un equipo trabajando para mejorar la seguridad y la movilidad y cuando vemos que el Concejo no se pega a un Gobierno que lo está haciendo bien, pues es porque están en otro cuento”, afirma.

Jamundí se ha destacado a nivel regional por el manejo de la pandemia.

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¿Cómo lo han hecho?

El lunes 16 de marzo hicimos un Consejo Extraordinario de Gobierno ampliado con el hospital y con el Consejo de Riesgo y fuimos el primer municipio del Valle del Cauca que decretamos toque de queda y ley seca a partir del martes 17 para preparar la comunidad para lo que sabíamos que se iba a dar: una cuarentena. Luego empezamos a evaluar estrategias de coordinación, por ejemplo, con la Fuerza Pública, que para nosotros es muy importante, también con el sector privado y, por supuesto, con la ciudadanía.

La Alcaldía la dividimos en dos equipos: uno está encargado de que la Administración opere, porque hay cosas que no pueden parar, y el otro equipo de secretarios se dividió en líneas estratégicas: abastecimiento y domicilios; ayuda humanitaria; jurídico; financiero, porque estamos buscando recursos para el Covid-19 y, como está saliendo tanto decreto presidencial, tenemos que hacer estudios para poder contratar porque la función pública no está fácil y mucho menos cuando no tengo facultades del Concejo para hacerlo. Soy el único Alcalde del país que no tiene facultades para mover presupuestos.

¿Cómo así que no tiene facultades?

Por ejemplo, si en una casa se ganan un millón de pesos y antes de esta emergencia se gastaban $200.000 en cine, pero como en esta situación ya no lo pueden hacer, entonces la gente saca ese presupuesto y lo mete en comida o en salud, pero yo no tengo facultades para hacer ese cambio, porque el Concejo me las negó el año pasado y en febrero también. Es que hay un malestar porque yo no me siento a repartir nada, como quiere la clase política.

Pero incluso así lograron anticiparse al resto del Valle en la atención de la crisis...

Porque desarrollamos cuatro objetivos importantes: contener el crecimiento del virus en Jamundí, y eso es aislamiento, por eso empezamos con toque de queda y ley seca. Segundo, garantizarle alimentación a la gente más vulnerable. Si nosotros no controlamos eso, en una semana esto va a ser el infierno.

Lo tercero, tenemos que tener autoridad, seguridad y control, por eso articulamos con la Fuerza Pública, pero también con los comerciantes. Cuarto: decirle a la comunidad, para que no saliera a como loca a comprar, que el abastecimiento estaba garantizado. Construimos el pico y cédula con los comerciantes el pasado fin de semana y fui personalmente a monitorear que las cosas estuvieran funcionando, de manera que el martes la ciudad estuvo tranquila, mientras en Cali todo el mundo salió.

Pero ese día también hubo desórdenes en Jamundí…

En la mañana tuvimos un conato de los politiqueros, que pusieron en las redes mis teléfonos diciendo que mi esposa y yo estábamos repartiendo mercados. Pusieron nuestros números personales para que la gente nos llamara. ¡Recibimos dos mil llamadas! Pero eso no se repartió, no somos irresponsables.

Además del pico y cédula, ¿qué otras medidas ha tomado?

Creé un impuesto social solidario. Yo vengo de la escuela mockusiana, así que es algo simbólico, porque no puedo crear impuestos. En estos momentos la solidaridad no puede ser voluntaria, tiene que ser obligatoria y por eso establecimos un impuesto social voluntario donde las personas que ese fin de semana compraban más de cien mil pesos, debían donar mínimo un alimento no perecedero o un elemento de aseo y recogimos dos toneladas de alimento, que ya empezamos a repartir entre las personas más vulnerables.

¿Y cómo hicieron esa escogencia?

Primero, a personas que están por fuera del Sisbén y están expuestas: habitantes de calle, trabajadores informales en vulnerabilidad y adultos mayores que no tienen redes de apoyo. El lunes pasado logramos $50 millones en apoyos de empresarios para comprar mil mercados que también se van a distribuir, no con criterio político sino con criterio de necesidad.

¿Y cómo se está atendiendo la crisis en la zona rural, que es grande?

El pasado fin de semana fuimos a todos los corregimientos a mapear tiendas para que la gente de allá, que en su mayoría son adultos mayores, no tenga que venir a Jamundí. Vamos a garantizar rutas de abastecimiento vigiladas hasta los corregimientos y así incentivamos el confinamiento, que es la gran estrategia del mundo para enfrentar la pandemia.

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Pasando a la parte política, cuántos concejales de Jamundí están con usted y cuántos en oposición?

Que hayan hecho campaña conmigo, uno. Y ellos son nueve, entonces siempre votan en mayoría.

¿Siente que esos nueve lo están presionando políticamente?

Si no te dejan mover los presupuestos, no te dan las facultades siendo un Gobierno de transparencia, que llegó a hacer las cosas bien, que está demostrando que Jamundí es una tierra de gente chévere y echada para adelante, que abrimos un colegio en menos de dos meses cuando la clase dirigente tradicional no lo pudo abrir en dos años…

¿O sea, le están queriendo torpedear la obra de Gobierno?

Hemos hecho todos los esfuerzos por mejorar situaciones complejas de Jamundí, hay un equipo trabajando para mejorar la seguridad y la movilidad y cuando vemos que el Concejo no se pega a un Gobierno que lo está haciendo bien, pues es porque están en otro cuento.

¿Pero entonces cómo va a hacer para que le aprueben el Plan de Desarrollo?

Nos tocará recurrir a la ciudadanía, es decir, este es un Gobierno que tiene un respaldo ciudadano muy fuerte y lo que le estamos pidiéndole al Concejo es que queremos trabajar con ellos, pero poniendo el bien común por encima de todos, sacar a Jamundí adelante, pero no desde un sentido transaccional: ‘que me das y que te doy’.

El país está cambiando, pero la clase política no ha entendido que hay que adaptarse a las nuevas dinámicas y darle respuesta a la gente.

¿Pero, por ejemplo, cuál es el plan si no le dejan modificar el presupuesto, como lo volvió a proponer la semana pasada?

Por fortuna, lo más urgente ya está resuelto gracias a la declaratoria presidencial sobre el Covid-19, pero hoy el país está en medio de una emergencia sanitaria y el mundo está en una guerra que nunca antes libró. Vamos a tomar las acciones necesarias, a trabajar, y los concejales que asuman el costo político de sus decisiones, así como las investigaciones disciplinarias y penales a que haya lugar, porque aquí están jugando es con la salud y con la vida de la gente.

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