Así es el municipio del Valle del Cauca con el nombre más largo; es un rincón con una riqueza ecológica destacable

En el corazón del Valle del Cauca se encuentra ubicado el municipio con el nombre más largo del departamento, un destino turístico que poco a poco gana reconocimiento gracias a su riqueza natural, cultural y económica.

Con 12 letras que forman su identidad, Bugalagrande se levanta como un rincón ideal para quienes buscan desconexión, ecoturismo y contacto con las tradiciones locales.

No obstante, dada su cercanía con Buga, muchos la confunden y se quedan solo en la ciudad del señor de los Milagros, pero este pequeño municipio, tiene sus propios atractivos.

Para comenzar, se encuentra ubicado en el valle geográfico del río Cauca, por lo que cuenta con un clima agradable que, junto con sus paisajes de cultivos, montañas y ríos, lo convierten en una parada perfecta para quienes se decantan por viajar por carretera.

En este territorio, -que fue fundado en 1662 por Diego Rengifo Salazar; y que en 1886 fue elevado como municipio con el nombre actual, que significa “la Buga más grande”, los visitantes pueden disfrutar de un baño en el río Bugalagrande, cuyas aguas cristalinas atraen a propios y visitantes, quienes a la par pueden disfrutar de caminatas por senderos verdes y avistamiento de aves, fotografía de naturaleza o simplemente, de un día de descanso junto al agua.

Allí, platos como el sancocho de gallina, los tamales, el pandebono, pandeyuca, empanadas de cambray, y los dulces artesanales como los cuaresmeros, el dulce desamargado, el champús, masatos, salpicón y manjar blanco, son parte de la experiencia que todo visitante debería probar.

Pero no solo la gastronomía y la naturaleza son parte de su oferta, también hay otros lugares turísticos destacados que se pueden conocer, como por ejemplo, la capilla de El Overo y la Parroquia San Bernabé, ambos con un valor patrimonial e histórico.

Además, también se puede conocer la estación de tren de Bugalagrande, de igual valor patrimonial, así como visitar el parque de San Bernabé, el más arbolado de la zona, y finalmente, el puente colgante frente al hospital municipal.