Suno, la IA para crear música, firmó un acuerdo con Warner Music: ¿Qué pasará con los artistas?

Por Sergio Ramos Montoya, especial para El País

La inteligencia artificial vuelve a sacudir a la industria musical. Suno, una de las plataformas más avanzadas en generación de audio por IA, estaría ultimando acuerdos con grandes disqueras para entrenar y operar su sistema usando catálogos comerciales completos.

En un histórico movimiento, la plataforma hizo oficial una alianza con Warner Music Group que facilitará la creación de música mediante IA. El objetivo de esta alianza sería “compensar y proteger a artistas, compositores y a la comunidad creativa en general”, según dijo el CEO de Suno, Mikey Shulman, a través de un post en el que explica algunos detalles del acuerdo.

La noticia marca un punto de inflexión. Por primera vez, un sistema de IA tendría acceso legal y masivo a grandes repertorios protegidos por derechos de autor. En el caso de Warner Music Group, artistas como Lady Gaga, Dua Lipa, Coldplay y Ed Sheeran hacen parte del sello. Sin embargo, el CEO de Suno también mencionó que los artistas tendrán la última palabra sobre si desean o no que su nombre y voz se utilicen en nueva música generada por IA.

La discográfica explica que este acuerdo será beneficioso para sus artistas. Robert Kyncl, CEO de WMG, comentó en el anuncio publicado por Warner Music: “La IA se convierte en pro-artista cuando se adhiere a nuestros principios: comprometerse con modelos licenciados, reflejar el valor de la música dentro y fuera de la plataforma, y ofrecer a artistas y compositores una opción para usar su nombre, imagen, semejanza, voz y composiciones en nuevas canciones de IA”.

¿Una solución a los deepfakes?

Los deepfakes, el contenido que imita la voz o apariencia de personas reales, se han convertido en un problema cada vez mayor a medida que la IA se democratiza.

Durante 2023 y 2024, varios éxitos virales fueron creados por IA usando voces de estrellas sin autorización, lo que generó demandas y presiones regulatorias. En junio de 2024, la misma Warner Music Group se unió a otras gigantes como Sony y Universal para demandar a Suno alegando una infracción masiva de derechos de autor.

A pesar de los problemas legales, desde su lanzamiento en 2023, Suno ha logrado atraer a más de 100 millones de usuarios y en noviembre la empresa recibió una inversión de 250 millones de dólares, alcanzando una valoración de 2.450 millones de dólares.

El acceso a catálogos reales de forma legal marca un antes y un después en el futuro de la industria musical y abre las posibilidades a otras plataformas de inteligencia artificial generativa, al tiempo que representa una respuesta más estratégica para recuperar control frente a una creciente ola de deepfakes musicales.

Para la industria discográfica, esto además representa tanto una oportunidad económica como un terremoto cultural. En vez de luchar contra la IA, podrían convertirse en proveedores clave de datos para esta nueva etapa de la música digital. Es una manera de mantener control, ingresos y relevancia ante un ecosistema tecnológico que evoluciona sin freno.

La preocupación del artista independiente

Este avance también abre polémicas. Una de las más fuertes gira en torno a la posible sustitución del trabajo creativo. Si cualquiera puede pedir a una inteligencia artificial que le genere canciones con el estilo deseado, ¿qué pasará con compositores, productores y músicos que viven de encargos similares?

Por otro lado, los artistas emergentes e independientes podrían ver cómo estos sistemas de IA dificultan su trabajo. Canciones creadas en segundos con la esencia de estilos ya consolidados podrían inundar plataformas y desplazar la obra humana y todo el trabajo detrás.

Aunque los acuerdos de Suno serían inicialmente con grandes disqueras, la presión comercial podría empujar a que cada vez más catálogos, incluyendo artistas emergentes, terminen integrados al sistema.

Sin embargo, algunos analistas también consideran que la IA podría ayudar a compositores y productores a crear demos más rápido y democratizaría herramientas avanzadas para quienes no tienen acceso a estudios profesionales.

Un futuro inevitable, pero aún incierto

El debate ahora gira en torno a las reglas éticas en la música generada por IA, que por ahora son completamente inexistentes.

Suno apuesta por un modelo basado en acuerdos legales y cooperación con las disqueras. Si funciona, podría establecer un estándar global. Si no, demostrará que la relación entre IA y música aún necesita un marco mucho más claro.

Lo único seguro es que la línea entre inspiración e imitación nunca ha sido tan delgada. Y con los catálogos más valiosos del mundo a disposición de la IA, la discusión apenas comienza.