Tecnología
Denuncian la muerte de doce monos en los ensayos de chips cerebrales de Neuralink, empresa de Elon Musk
La compañía del magnate es bastante criticada por experimentar con animales.
En mayo del presente año la empresa de neurotecnología cofundada por Elon Musk, Neuralink, anunció a través de su cuenta de X (antes Twitter) que ya tienen la autorización de realizar el estudios clínicos para la implantación de chips en seres humanos. El permiso fue concedido por la la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
“Este es el resultado de un trabajo increíble realizado por el equipo de Neuralink en estrecha colaboración con la FDA y representa un primer paso importante que algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas. El reclutamiento aún no está abierto para nuestro ensayo clínico”, aseveró la compañía en su momento.
En cuanto a Elon Musk, este se pronunció en su momento manifestando lo siguiente: “de la mano de un gran equipo de científicos, expertos y conocedores, Neuralink ha venido desarrollando un dispositivo que será implantado quirúrgicamente para vincular la actividad cerebral de los humanos con las computadoras”.
Sin embargo, antes de recibir la mencionada aprobación por parte de la FDA, Neuralink realiza hasta la fecha pruebas con monos, motivo por el cual son blanco de críticas por parte de activistas y médicos.
En ese sentido, un grupo de médicos en las últimas horas solicitó que se investigue a Elon Musk por la muerte de doce monos. El Comité de Médicos para la Medicina Responsable pidió una investigación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) por un posible fraude de valores después de que el 10 de septiembre el CEO de Tesla dijera en X que “ningún mono ha muerto como resultado de un implante Neuralink”.
El multimillonario también añadió que para prevenir riesgos en los monos sanos, eligen aquellos que se encuentran en estado terminal. Sin embargo, el Comité de Médicos afirma que es una declaración falsa por parte de Musk.
A través de un comunicado la organización especificó que Neuralink utilizó tres monos en experimentos terminales, pero sacrificó a doce monos previamente sanos por la implementación de los chips cerebrales.
“Dado a la invasión del dispositivo de Neuralink plantea graves riesgos para la salud de los pacientes, Musk está engañando a los inversores sobre la seguridad y comerciabilidad del dispositivo de la empresa”, indica el texto.
La organización aseguran que la publicación de Musk en X es fácil de desmentir. “Registros públicos de la Universidad de California en Davis, donde Neuralink realizó experimentos con monos entre 2017 y 2020, revelan que la implantación del dispositivo de la compañía provocó efectos debilitantes para la salud de los monos, lo que resultó en la eutanasia. Los animales experimentaron infecciones crónicas, parálisis, hinchazón del cerebro, pérdida de coordinación y equilibrio y depresión”, indica el comunicado.
El Comité de Médicos para la Medicina Responsable manifiesta que los registros sanitarios de los monos deja en evidencia que los animales no se encontraban en estado terminal como lo afirma Musk.
Es importante mencionar que los macacos Rhesus tienen un periodo de vida de 25 años cuando se encuentran en cautiverio, aunque se puede presentar que lleguen a vivir 40 años. No obstante, la edad promedio de los doce monos fue de 7,25 años.
La denuncia detalla la historia de cuatro monos que en 2018 fueron perforados con el propósito de implementar los chips en el cerebro, sin embargo aseguran que se encontraban infectados, razón por la cual causó una infección por estafilococos en los animales.
Ryan Merkley, director de la organización manifestó que “a todos menos a Elon Musk les parece obvio que el dispositivo de Neuralink no es seguro y es peligroso”. Además, aseveró lo siguiente: “ahora está engañando deliberadamente a los inversores y al público al mentir abiertamente sobre los experimentos con monos de la empresa”.
Finalmente, el comité le hizo un llamado a Neuralink para detener los experimentos con animales, y centrarse en mejorar las interfaces no invasivas cerebro-computadora.