El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Salud

Artículo

Una mañana en el hospital más verde de Cali

En el Hospital Cañaveralejo la energía es solar, incluso la del alumbrado público. Tampoco se utiliza papel y a nadie se le venden gaseosas. Además de verdes, pretenden ser saludables. Historia.

2 de noviembre de 2015 Por: Santiago Cruz Hoyos | Reportero de El País

En el Hospital Cañaveralejo la energía es solar, incluso la del alumbrado público. Tampoco se utiliza papel y a nadie se le venden gaseosas. Además de verdes, pretenden ser saludables. Historia.

El hospital verde de Cali es en realidad blanco. Es decir:  para que sea verde se debe pintar de blanco. En tiempos de calentamiento global, el blanco hace que los interiores sean más frescos, así que cada vez se hacen menos necesarios los aires acondicionados.

El verde, en todo caso, está al fondo. Si lo que primero se ve es el blanco de la fachada, los techos, las paredes, las batas de los médicos y las enfermeras, lo segundo que se ve es el verde.

Es un jardín verdísimo. Como si en el hospital no se padecieran las inclemencias del Fenómeno del Niño. Como si al jardín nunca le hubiera faltado agua. Y sí: al jardín, pese a la falta de lluvias de septiembre, los cortes de octubre, las altas temperaturas de siempre,  no le ha faltado agua. Ya nos explicarán por qué.  

En el hospital verde, por cierto,  no se venden gaseosas. Además de verde, se  pretende ser saludable.  

II

El hospital está ubicado en el barrio San Cayetano de Cali, Comuna 3. Su actual sede  fue construida a finales de los años  70 por el Ejército y la Fundación Plaza de Toros. De ahí su nombre: Hospital Cañaveralejo. Como la Plaza. 

Literalmente fue levantado en una montaña. Atrás de sus instalaciones hay más verde, un pequeño bosque, un nacimiento de agua al que llaman ‘El chambón’. El hospital está rodeado de árboles, pájaros, agua y hace parte de la Red de Salud de Ladera de Cali. Atiende “población vulnerable” – es una manera políticamente correcta  de llamar a la gente pobre – de las comunas 1, 3, 17, 18, 19 y 20, es decir Siloé, o Terrón Colorado, el centro de la ciudad.  

-  Este es un hospital de baja complejidad, nivel 1, y al día atendemos 600 personas en promedio.

Alexander Durán, médico especializado en asuntos gerenciales, dirige al hospital desde hace 7 años. Al principio, por supuesto, el Cañaveralejo no era un hospital verde. Hoy es el único del suroccidente del país, y de los pocos que existen en Colombia.

- ¿Por qué? ¿Cómo un hospital tradicional se convierte en un hospital verde? ¿Para qué?

Alexander – prefieren que le digan Alex -  se toma un sorbo de café en la cafetería  donde, en vez de gaseosas, ofrecen jugos naturales

- Para ser honesto, la decisión de convertirnos en un hospital amigable con el medio ambiente fue, al principio, una necesidad. No fue que dijimos: “convirtámonos en un hospital verde”, no. Yo no soy ambientalista, soy médico. Lo que me empujó a ser innovador fue la necesidad de ahorrar recursos, optimizarlos.  Con el tiempo he aprendido que ser amigable con el medio ambiente es rentable.

- ¿En qué sentido?

- Aquí teníamos un problema: los altos costos de los servicios públicos, en especial la energía. Entonces nos pusimos a pensar en  cómo bajar esos costos. Empezamos por algo muy sencillo: cambiar los bombillos tradicionales por iluminación LED. Nos dimos cuenta que redujimos el pago de la energía en un 20%. Fue el inicio. Después pensamos en cómo reducir los costos por el agua. Si algo consume un hospital, es agua.

En las reuniones que hacía con la comunidad del sector, a Alexander le contaban que justo donde fue construido el hospital había un nacimiento de agua. Era el lugar, de hecho, donde la gente iba a bañarse en familia los fines de semana, el charco. Es decir que había agua que pasaba por debajo del hospital, y a Alexander ese dato le causó curiosidad. Decidió investigar.

Efectivamente, en la zona posterior del hospital, desde la montaña, baja un hilo de agua durante 24 horas, los 365 días del año. El nacimiento al que todos llaman ‘El Chambón’. Cuando construyeron el hospital, el agua que bajaba de la montaña iba a dar a la alcantarilla. A Alexander le pareció un desperdicio absurdo.  Entonces construyó unos tanques para captar el agua del nacimiento y utilizarla en el hospital.

- Con el agua que recogemos en los tanques regamos las zonas verdes. Por eso el jardín del hospital, pese a los cortes del servicio y la falta de lluvias en septiembre, ha permanecido como usted lo ve: verde. Siempre tiene agua disponible.  También utilizamos el agua del nacimiento para los sanitarios y para lavar los pisos. El tubo blanco que se ve por el hospital nos recuerda que es agua no potable. Para una casa, para una empresa, no necesitas el 100% de agua potable. Solamente se requiere un  20% en promedio. El resto se utiliza  para  labores  como soltar un baño. Y para eso no se necesita agua pura. 

- ¿Entonces el agua del nacimiento no significa ningún costo para el hospital?

- No. Si iba a dar a la alcantarilla, sería injusto que ahora que la utilizamos para el mantenimiento del hospital la cobraran.

El recibo de los servicios públicos bajó aún más, entonces,  y el dinero ahorrado servía para hacer inversiones en otras áreas.   Alexander en todo caso seguía pensando en optimizar recursos así eso implicara invertir, y alguien le habló de los paneles solares. La inversión era de  $170 millones, pero a largo plazo se recuperarían. Los instaló. Son, en total, 42 paneles solares. 

El Hospital Cañaveralejo es el único en el departamento que se abastece con energía solar, aunque también tiene el servicio de energía tradicional, digamos. Si se requiere, basta girar un dispositivo de un lado a otro. Como un carro que pasa de gas a gasolina.

En el hospital hasta los postes del alumbrado público son solares. Alexander los vio por primera vez en el calor intenso de Las Vegas, Estados Unidos, y buscó un proveedor que los hiciera en Colombia. Así que el Cañaveralejo no paga un solo peso de alumbrado público, el ahorro en ese ítem es literalmente del 100%. ¿Por qué la ciudad no hace lo mismo, reemplaza sus viejos postes por postes solares?

Alexander es hijo de un jubilado de Emcali.

- Durante todo el día, los postes se cargan de energía y a las 6:00 p.m., automáticamente, se encienden.

Así mismo, los calentadores de agua aprovechan el sol para mantener el agua a 65 grados, así que los pacientes tienen agua caliente permanente sin consumir demasiada energía; a su vez los aires acondicionados están siendo reemplazados paulatinamente por bioclimatizadores, un sistema de purificación del aire que funciona con un ventilador empapado de agua y que reduce en 10 0 12 grados la temperatura del aire, algo así a lo que se ve en la plazoleta de comidas del Centro Comercial Jardín Plaza.

[[nid:478303;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/11/hospital-canaveralejo.jpg;full;{En el Hospital Cañaveralejo se pasó del sistema de Rayos X convencional al digital, dejando de generar residuos como placas de plomo, acetatos, papel y reactivos químicos como el líquido revelador,...Foto: Oswaldo Páez | El País}]]

Y los tradicionales termómetros de vidrio y llenos de mercurio fueron reemplazados por aparatos digitales para evitar la contaminación de las personas – y del agua – con metales pesados.

Por eso precisamente, y porque en el hospital verde se tiene como política no utilizar papel, ni siquiera para facturar, es que las radiografías, además,  no se entregan en el tradicional acetato, sino en un cd.  Toda la información del paciente se sistematiza, se sube a la nube, así que si un médico la requiere - no importa donde esté -  la encuentra en el sistema.

- Una radiografía tradicional contamina demasiado. No solo porque necesitas mucha agua durante el proceso de revelado, sino también químicos que cuando se botan, van a dar al agua. Al hacerlo de manera digital, te evitas eso y también gana el paciente. Nadie hace una fila para reclamar un examen o una radiografía porque todo se sube al sistema.

Por lo menos en esta mañana de miércoles, efectivamente, en el hospital verde de Cali nadie hace fila.

Por estas y otras “ buenas prácticas con el medio ambiente”,  el Cañaveralejo recibió de parte de la caja de compensación Familiar Comfenalco el premio a la Responsabilidad Social Empresarial. Sucedió en 2014. También   fue certificado por la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables que, en  promedio, está integrada por 4000 instituciones de salud en el mundo.

- Ser amigables con el medio ambiente no solo es rentable, sino también una forma de mejorar los servicios y a la vez, ser responsables con lo que está sucediendo hoy. ¿Alguien puede negar que cada vez el Planeta está más caliente?, dice Alexander.

AHORA EN Salud